Relacionarse en redes sociales libera la misma hormona que el amor

Interactuar en medios sociales libera oxitocina, la hormona de la generosidad y la confianza.

Esta si que es buena. Ya decía yo que últimamente estoy de buen humor, como que estoy todo el día en Facebook y Twitter.

Ya sabéis, cuando os toque ese día en el que estáis enfadados con el mundo,  daros una vuelta por las redes sociales. Dedicad un poquito de vuestro tiempo en escribir y compartir lo que os apetezca, y seguro que os sentiréis mucho mejor. No lo digo yo, lo dice un estudio...

El hombre es un ser social que necesita interactuar con otros para autocompletarse. Muchas veces encuentras un apoyo en las personas a las que les importas en esos momentos que lo necesitas. Aunque sea a través de una red social.

Interactuar en medios sociales libera oxitocina, la hormona de la generosidad y la confianza.
Los estudios realizados durante años por Paul Zak, profesor del Claremont College, también conocido como Doctor Love, han demostrado que no somos animales económicos, y la oxitocina es la responsable de ello.
Durante años, la oxitocina ha sido conocida como la hormona responsable de forjar las relaciones entre las madres y sus bebés, pero gracias a Zak, ahora también sabemos que es un estimulante de la empatía, la generosidad y la confianza. Es el "pegamento social" que mantiene a las familias, las comunidades y las sociedades unidas. Es como el lubricante económico que permite que realicemos todo tipo de transacciones.
Adam Penenberg, colaborador en temas de tecnología de FastCompany, se ofreció como voluntario en uno de sus experimentos para averiguar si esto también se podía aplicar a los medios sociales. Quería saber si nuestro cerebro reacciona mientras interactuamos en Facebook o Twitter de la misma forma que cuando interactuamos físicamente con la gente.
Y efectivamente, después de 10 minutos interactuando en estas redes, sus niveles de oxitocina aumentaron un 13,2%. Repitieron el mismo experimento en diferentes países con diferentes personas y los resultados siempre han demostrado que los niveles de oxitocina aumentan. De hecho, los niveles de un periodista que estaba escribiendo a su novia aumentaron un 150%. Es decir, que la segregación de oxitocina se corresponde con la profundidad de la conexión entre dos personas online.
Los humanos estamos hechos para mezclarnos e intercambiar con los demás, tanto online como offline y la Web y plataformas como Facebook, Twitter, Linkedin, Google+, Pinterest, o cualquier otra que pueda surgir, hacen que esto sea más eficiente que nunca. Esto sucede porque las relaciones virtuales pueden ser tan reales como las físicas.
Por lo que, a diferencia de lo que se suele pensar, interactuar en medios sociales nos ayuda a estrechar nuestros lazos sociales, no a aislarnos.
Y si te queda alguna duda, consulta el estudio "Social Networking Sites and Our Lives" realizado por Pew Research Center.
¿Qué implicaciones tiene todo esto para las empresas en los medios sociales?
En un entorno que ya hemos visto que es emocional, la relevancia hay que ganarla. Para conectar con el consumidor conectado del que tanto habla Brian Solis hay que formar parte de la comunidad.
La empatía es un potente catalizador de las relaciones e interacciones en los medios sociales. Pero para empatizar, no basta con escuchar y monitorizar, sino que hay ir un poco más allá. Hay que sentir realmente qué es lo que mueve a nuestras comunidades y mercados para aumentar el grado de afinidad, añadir valor y crear sentido de pertenencia.
¡Inundemos el mundo de oxitocina!

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