Lo admitamos o no, a todos nos gustan los retuits. Sea en el perfil de Twitter de una marca o en el personal, cada retuit expande nuestro alcance, supone un reconocimineto de nuestra habilidad tuitera... es como un pequeño trofeo que podemos coleccionar en el contador de retuits.
Así que, ¿cómo podemos conseguir que nuestros seguidores le den al botón mágico de retuitear? Algunos dicen que es como un arte. Tuitear comentarios graciosos e interesantes, integrar imágenes con gancho, conocer a nuestra audiencia... Pero también hay mucha ciencia detrás del retuit.
En Quick Sprout han publicado un estudio en forma de infografía que analiza qué tipo de tuits consiguen más retuits.
Por ejemplo, ¿sabíais que los tuits sobre Twitter se retuitean el triple de veces que los de Facebook? ¿Y que los tuits más retuiteados tienen entre 71 y 100 caracteres?
La longitud es un factor clave. Un tuit muy corto suele tener demasiado poco contenido, pero los demasiado largos no dejan sitio para el RT o para que otro usuario pueda hacer un comentario.
Los tuits con links y con hashtags también se retuitean más veces. Estas herramientas nos permiten hacer referencia a contenido externo, con lo que el tuit tiene mucho más peso. Además, normalmente están relacionados con temas de actualidad.
El momento ideal para tuitear es entre las 12 del mediodía y las 2 de la tarde, preferiblemente en viernes.
La parte más controvertida llega con el “please retweet” o “Please RT” en nuestros tuits. Quick Sprout ha comprobado que estos tuits se retuitean más veces. Pero cuidado, algunos de nuestros seguidores pueden considerar el “please retweet” un poco agresivo. Estamos pidiendo que hagan retuit a sus seguidores del contenido que nosotros queremos. Sin tener en cuenta si nuestro seguidor valora ese contenido como interesante para su lista de followers.
Además, hay tuiteros que se enfadan cuando no les hacemos el retuit que han pedido, o que publican muchos tuits con el “please retweet”...
Os dejamos con una infografía, que está llena de consejos útiles y resume muy bien todo lo anterior.
Pero, por encima de todo, ¡respetad la netiqueta!
