Hace ya tiempo que una nueva tipología de consumidores está acaparando las redes sociales, sobre todo Instagram. Son los foodies o aquellos que suben a internet fotografías de todo lo que comen.
Para dar respuesta a este fenómeno social, la bodega más grande de Israel, Carmel Winery, se ha asociado con el Restaurante Catit de Tel Aviv para crear una novedosa experiencia gastronómica y fotográfica, la Foodography. Así han denominado a este proyecto que pretende atraer a los clientes que quieran capturar con su smartphone unas fotos perfectas de lo que están comiendo, para subirlas después a sus redes sociales.
Por un lado, se prueba un menú especial elaborado por dos maestros culinarios del país, mientras que se realiza un taller sobre fotografía de alimentos impartido por un fotógrafo profesional. Además, el artista Adi Nissani ha diseñado dos platos especiales para colocar el teléfono móvil y poder conseguir una instantánea perfecta.
El menú está compuesto por Limbo y 360. El primero es un plato cóncavo para evitar que salga de fondo otro comensal. Y el segundo está diseñado para conseguir el ángulo perfecto al contar con una plataforma giratoria.
Disfrutar de la experiencia Foodography, que se puede hacer hasta finales de junio, cuesta 155 dólares y dado el recibimiento del público, parece haber sido un rotundo éxito. El restaurante ha conseguido elevar su notoriedad en Israel a nivel mundial y la bodega ha incrementado sus ventas en un 13%.
Este proyecto ya es tendencia en Instagram y se pueden ver las fotos de los comensales bajo el hashtag #fdgr.