El día 3 de noviembre es la fecha que Twitter eligió para hacer un cambio que dejaría a los usuarios con la boca abierta: sustituir las estrellas de “favorito” por corazones de “me gusta”.
Y fue una decisión que muchos internautas tragaron con la nariz tapada, manifestando su oposición de diversas formas en la red. Algunos comparaban el nuevo icono con el de Facebook, y otros simplemente se quejaban de que un corazón no expresa la misma imparcialidad de opinión que una estrella.
No obstante, y aunque el sentimiento general parecía de descontento, la interacción en la red de microblogging ha aumentado un 6% en los usuarios antiguos. Y en el caso de los nuevos integrantes, la cifra se eleva hasta el 9%.
Es por eso que Kevin Weil, Vicepresidente Senior de Producto de Twitter, ha calificado la modificación de “fantástica” en el Open Mobile Summit de San Francisco. “Estamos viendo un 6% más de corazones, 6% más de “me gusta” que los antiguos favoritos”, aseguró en el evento.
Un alivio para Dorsey
El hecho de que los usuarios de Twitter visitan más que publican era preocupante para los directivos de la red. Y es que en sus resultados del segundo trimestre de 2015 se revelaba que sólo el 22% de los registrados había utilizado la plataforma de forma activa.
Es por eso que el nuevo CEO, Jack Dorsey, puede estar contento por haber acertado en su decisión pese a la opinión negativa expresada por los internautas.
¿Por qué un corazón? Pues porque, en palabras de Weil, “el corazón es un símbolo universal y mucho más inclusivo”. Tiene una mayor implicación emocional, y el revuelo que ha causado su aparición ha impulsado el crecimiento de usuarios que la plataforma está experimentando.
Ahora sólo queda ver si este icono logra conquistar los corazones de sus detractores.