A la hora de comprar 6 de cada 10 españoles no sólo llevan el dinero o la tarjeta para pagar en la tienda, sino que además cuentan con una tarjeta u otro distintivo para obtener beneficios cuando pasan por caja. Son las tarjetas de fidelización, y hay que decirlo en plural, porque lo habitual es llevar consigo más de una, según el informe “Fidelidad en la compra” de Nielsen.
Y es que un 35% de los españoles encuestados afirman estar dados de alta en entre dos y cinco programas de fidelización, mientras que un 9% lo están en más de seis. Estas cifras se entienden precisamente porque los españoles no tienen un único lugar donde comprar. Así, por ejemplo, según el último informe Nielsen, lo habitual es visitar una media de tres establecimientos distintos al mes para llenar nuestra despensa y nevera.
Por el contrario, cuatro de cada diez consumidores españoles (40%) no forman parte de ningún programa de fidelización. De hecho, si observamos los grandes mercados europeos, es en España donde se registra una tasa menor. Así, en Francia es la mitad que en nuestro país, un 23%; mientras que en Italia es un 26% y en Alemania, el 28%. En Reino Unido en cambio, sólo un 13% no se “liga” a la cadena. De hecho, la media en Europa de no usuarios es de un 34%, casi diez puntos inferior a España.
El beneficio, para la cartera
Lo cierto es que a la hora de darse de alta en un programa de fidelización, los consumidores valoran especialmente el beneficio económico. En concreto, casi seis de cada diez ven con buenos ojos los descuentos en los productos, mientras que un 44% valora poder conseguir artículos gratis por formar parte de estos programas. Es más, esta clase de beneficios para la economía doméstica es lo que motiva a prácticamente un 70% a darse de alta.
Sin embargo, la ventaja económica en forma de descuento para los clientes no tiene necesariamente que traducirse en un menor ticket de venta. Y es que un 57% afirma comprar más y más veces en distribuidores que ofrecen la posibilidad de oficializar el vínculo “comercial”. De hecho, esta unión consumidor-tienda permite mayor recurrencia de compra en ese distribuidor en particular.
Por otro lado, no hay que olvidar que si bien la imagen mental que tenemos de la fidelización es la clásica tarjeta que pasan en caja cuando hacemos la compra, también es posible hacerla virtual. Y es que casi cuatro de cada diez consumidores se muestran dispuestos a estrechar lazos con un establecimiento si se incluye una app móvil en esa relación.
Según el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, “la fidelización también puede ser una oportunidad para impulsar las compras online, ya que casi la mitad de los consumidores está dispuesto a comprar más en Internet si puede beneficiarse de los descuentos que obtendría si hiciera la compra en tienda física”.