La semana pasada Amazon abrió su primera tienda física de libros en Chicago y en sus planes está abrir cinco más que ya se están construyendo.

Durante años, los retailers han temido la capacidad tecnológica de Amazon y la posibilidad de ver desaparecer sus negocios offline por la expansión del gigante del e-commerce.

Pero ahora la “batalla” se juega también en el terreno físico, más allá de Internet. Y es que Amazon tiene una clara ambición: desplegar una red de tiendas, más allá del supermercado con el que nos sorprendió al año pasado, en las que poner a la venta aquello que el consumidor aún no se atreve a comprar por Internet, desde muebles hasta electrodomésticos.

Un experimento que desvela The New York Times y que, si funciona, podría influir de manera directa en la operatividad del resto de tiendas, que contarían con un nuevo y fuerte competidor en el mercado. Con el tiempo, también podría suponer la llegada de nuevas formas de automatización, poniendo en peligro los puestos tradicionales de trabajo en Retail.

Por otro lado, ubicar estas tiendas en las proximidades de los hogares de los clientes podría ayudar a Amazon con su otra ambición: hacer entregas de pedidos en cuestión de horas.

Primeras entregas con drones

De hecho, la semana pasada se completaron las primeras entregas de Amazon con drones en Estados Unidos. La entrega del programa Prime Air se hizo en California, durante un evento cerrado y celebrado por la división aeroespacial e investigación de Amazon.

Ha sido primera ocasión en la que Amazon realiza una entrega con drones, al aire libre, en público y en territorio estadounidense. Sin embargo, no se trata del primer vuelo en la región debido a que Amazon realiza vuelos en EEUU, pero dentro de propiedad privada.

En cuanto a las tiendas físicas de Amazon, funcionarían como una especie de escaparate al que los clientes acudirían para ver los productos en persona y encargarlos una vez allí para que se los envíen directamente a casa.

También es probable que Amazon tenga en un futuro tiendas parecidas a las de Apple, destinadas a electrónica de consumo así como a productos de la compañía, como Echo, o el servicio Prime Video.