La misma semana que Burger King ha anunciado el regreso de sus Chicken Fries a EEUU, nos llegan datos sobre las Satisfries, unas patatas fritas bajas en calorías y con menos grasa que se lanzaron el año pasado.

Parece que Burger King está concediendo el poder de elección a sus franquicias: pueden mantener las Satisfries en sus menús si se están vendiendo bien o retirarlas si no están funcionando. Dos de cada tres restaurantes Burger King de EEUU y Canadá ya las han retirado.

Según un comunicado oficial de la empresa, todavía quedan 2.500 establecimientos en los que sí se seguirán vendiendo. Hasta ahora, las patatas fritas bajas en calorías han sido consumidas por más de 100 millones de personas, dato que no parece haber conseguido rentabilizar su producción.