Los productos gravados al 10% suponen más del 64,2% del total del gasto de los hogares en alimentación y en la lista figuran productos básicos de la cesta de la compra. Por eso, la reclasificación del IVA reducido de un 10% a un 21%, propuesto en el recientemente presentado “Informe Lagares”, tendría un impacto directo e inasumible en el bolsillo de los consumidores españoles.
Así lo aseguran las principales organizaciones que agrupan a la industria y la distribución alimentaria, pero también las asociaciones del consumidor, tal y como confirman los análisis realizados por estas organizaciones. Aseguran que la medida pondría en peligro la recuperación económica y la generación de empleo en España.
Y es que según una encuesta reciente realizada en las principales ciudades españolas, el 98% de los consumidores cree que reduciría su gasto, en una o varias categorías de productos, en caso de tener que hacer frente a nuevas subidas del IVA.
Los alimentos gravados al tipo reducido del 10% representaron el pasado año el 64,2% del total del gasto de los hogares en alimentación, con un valor total de 44.481 millones de euros. En esta lista figuran productos básicos en la cesta de la compra de los españoles como carnes, pescado fresco, alimentos infantiles, aceite, pasta o conservas.
Según un informe de una organización de consumidores, una reclasificación de los bienes sujetos del 10% al 21% implicaría una factura adicional al consumidor de casi 600 euros por familia anuales.
Caída del consumo
Tal y como muestra el Índice de Comercio Minorista (ICM), ofrecido por el INE, desde septiembre del 2012 –fecha de la última subida del IVA– la caída media del consumo en tasa interanual en los seis meses siguientes fue de un 6,7%.
Un nuevo incremento fiscal en estos bienes tendría un impacto muy negativo no sólo en las categorías afectadas, sino en el conjunto de la cesta de la compra y en todos los sectores profesionales.
Hay que tener en cuenta que el consumidor gestiona un presupuesto cerrado y, por tanto, subir el IVA de un 10% a un 21% deja fuera de la cesta algunos productos, hace que otros se sustituyan por propuestas más económicas... El consumidor se quedaría sin margen de maniobra para incrementar su gasto, según alerta la cadena de alimentación, consumo y distribución.
