El proyecto de Spike Aerospace llamado S-512 de momento es sólo un prototipo, pero están trabajando en él y cuando se convierta en una realidad alcanzará un valor de 80 millones de dólares, convirtiendo a sus compradores en dueños del primer jet supersónico privado del mundo.
Los desarrolladores acaban de anunciar la decisión de que el jet no tenga ventanas. Al menos en la cabina de pasajeros. Las sustituirán por pantallas incrustadas de menos diámetro que permitan a los pasajeros una vista simulada de lo que hay en el exterior, para lo que el avión utilizará un conjunto de cámaras externas. Los ocupantes también podrán optar por ver imágenes pregrabadas, en lugar de una emisión en directo del exterior.
Anuncian en un comunicado que su decisión de sustituir las ventanas se debe a que éstas requieren un soporte estructural adicional, algo que añade peso al avión. "Eso no es deseable para un avión que ha sido diseñado para alcanzar velocidades de 1.370 km por hora, más del doble de la velocidad de los aviones de vuelos comerciales de larga distancia", explican.
El S-512 fue anunciado en diciembre y es idea de un equipo de ex-ingenieros de Airbus, Boeing, y Gulfstream. La nave de 18 pasajeros promete viajes entre Nueva York y Londres en tres horas, o entre Los Ángeles y Tokio en unas seis horas, algo que requiere superar la velocidad del sonido.
Se prevé que el proyecto alcance su fin en 2018. Mientras tanto, la empresa sigue diseñando el jet y planea pasar dos años creando prototipos y pruebas.