Después del trágico fallecimiento del actor Paul Walker el pasado 30 de noviembre en un accidente de coche, el futuro de la nueva entrega de Fast & Furious parece incierto.
El estudio cinematográfico productor de la saga, Universal Pictures, ha convocado una reunión especial para discutir la manera de tratar con respeto la muerte del actor protagonista y estrenar la película por encima de todo…
Es evidente que el guión deberá ser reescrito y hemos conocido también la noticia de que la fecha de estreno será pospuesta. Pero no es lo único que debe replantearse el estudio.
Teniendo en cuenta que la película trata de carreras de coches con espectaculares acrobacias que en ocasiones terminan en accidentes, una campaña publicitaria respetuosa y de buen gusto será complicada.
Durante la emisión en los cines de Fast & Furious 6, la última entrega de la saga, la agencia Leo Burnett (agencia que en Noruega está representada por Kitchen) ya realizó una acción dirigida a los jóvenes en favor de la seguridad en la conducción: “Fast & Safe”.
Colocaron cinturones de seguridad en los asientos del cine, de manera que la película no empezaba hasta que todos estuvieran abrochados.
La idea era llegar a los conductores jóvenes “rebeldes” eliminando el “lenguaje adulto educativo” que según la agencia no suele funcionar para concienciar.
Lo que no tenemos tan claro es qué ocurría si algún asistente se desabrochaba el cinturón durante la película...
Por otro lado, no tenemos constancia de que las últimas dos películas que Walker sí logró completar antes de fallecer no vayan a estrenarse.
El drama “Hours”, sobre las consecuencias del huracán Katrina, se estrenará según lo previsto el 13 de diciembre en Estados Unidos. Así como “Brick Mansions”, que tampoco parece que vaya a verse afectada.