Tecnología y neurociencia se unen en un proyecto para procesar los recuerdos humanos a través de un ordenador. La memoria humana funciona en dos fases. La primera son los recuerdos a corto plazo, que registran nuestra actividad en un tiempo reciente, como si fuera la memoria RAM de un ordenador.

La segunda es la memoria a largo plazo, que registra todos los recuerdos de nuestra vida. Para formar estos recuerdos la memoria a corto plazo se procesa en el hipocampo y se traduce en memoria a largo plazo. Pero los enfermos de epilepsia y otras enfermedades neuronales no pueden realizar esta función. Investigadores de la Universidad de Southern California diseñaron para ellos la máquina de la memoria. Se ha presentado en el Global Future 2045 International Congress. 

La “máquina de la memoria” sustituye el circuito del hipocampo dedicado a convertir los recuerdos a corto plazo en recuerdos a largo plazo. Un pequeño chip recoge las señales eléctricas cerebrales que representan recuerdos recientes y las envía a un ordenador. El ordenador transforma matemáticamente las señales eléctricas de forma que representen recuerdos a largo plazo y las vuelve a enviar al cerebro.

El aparato hace la función de un hipocampo externo. Pero en las pruebas que se han hecho en ratas y monos se ha demostrado que el aparato también mejora la memoria de animales que tienen un hipocampo sano.

La máquina se está probando ahora con humanos, de momento sólo en pacientes con epilepsia. Pero ya han saltado muchas incógnitas sobre las posibilidades de este nuevo dispositivo.

¿Podremos llegar a modificar los recuerdos, borrarlos y crear una nueva memoria? ¿Se podrán extraer los recuerdos de un cerebro y descifrarlos para utilizarlos en un juicio?

De momento esto queda muy lejos. La única función que ha conseguido la máquina de la memoria ha sido la de traducir el lenguaje de recuerdos recientes en lenguaje de recuerdos a largo plazo.