Uno de cada tres trabajadores sufre síndrome postvacacional al reincorporarse al trabajo tras el parón estival, según Adecco. Con el fin del verano llega la vuelta a la oficina y para muchos trabajadores se convierte en una situación negativa y estresante.
La depresión postvacacional hace referencia a la sensación de falta de energía, desmotivación, o tristeza que sufren algunos trabajadores cuando se reincorporan al trabajo. El entorno laboral y las relaciones con los compañeros son algunos de los factores que contribuyen a su desarrollo.
Este síndrome es característico de los países en los que es habitual que los trabajadores disfruten de largos períodos vacacionales, como es el caso de España.
¿Quiénes son más susceptibles de padecer este síndrome?
No existe un perfil concreto de trabajador, pero hay ciertas características que propician una mayor probabilidad de sufrir depresión después de las vacaciones.
- Tolerancia a la frustración y resiliencia. El cambio de situación que se vive al finalizar las vacaciones y regresar a la rutina es más complejo para los que no saben gestionar los cambios de forma eficaz.
- Duración de las vacaciones. Los trabajadores que disfrutan de largos períodos vacacionales tienen más dificultades para volver a la rutina.
- Entorno laboral. Los que regresan a un entorno laboral hostil, que no les valora o motiva lo suficiente, son más susceptibles de sufrir depresión. También aquellos que realizan tareas repetitivas o se encuentran con un mal ambiente entre sus compañeros.
¿Qué nos agobia al volver de las vacaciones?
Según una encuesta realizada por Aora Health, madrugar y cumplir con los horarios es lo peor para el 38% de los encuestados. El 12% se queja de la reducción de horas de sol y la bajada de las temperaturas, y el 10% del trabajo acumulado durante las semanas de vacaciones.
Además, el 31% se siente abrumado por no haber descansado lo suficiente durante las vacaciones y el 21% por los kilos ganados durante esas semanas. El dinero también preocupa, con el 16% de los encuestados agobiados por los gastos realizados. La posibilidad de haber aprovechado mejor las vacaciones perturba al 16% de los encuestados.
El síndrome postvacacional se puede prevenir
En la mayoría de los casos una correcta transición entre las vacaciones y el regreso al trabajo puede prevenir la depresión postvacacional.
Es recomendable retomar el horario de sueño habitual de manera paulatina, empezando a medida que se acaban las vacaciones. También es preferible no volver de las vacaciones el día anterior, sino unos días antes para acostumbrarse al entorno habitual.