Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) hay más de 350 millones de personas en el mundo, de todas las edades, que sufren depresión. Enfermedad que, “en su forma más severa puede llevar al suicidio”, según afirma la organización. De hecho, se produce un millón de muertes al año en el mundo por esa causa.
La noticia del fallecimiento del actor Robin Williams ha vuelto a poner de manifiesto la íntima relación entre los actores, músicos y escritores y la depresión o las adicciones.
La jefa de prensa de Williams, Mara Buxbaum, ha reconocido que el actor había padecido recientemente una “severa depresión”. La policía baraja el “suicidio por asfixia” entre las posibles causas de su muerte.
Michel Reynaud, jefe del departamento de psiquiatría y adicciones en el centro Paul Brousse (Francia), asegura que la relación entre las mentes creativas, la depresión y la adicción es un hecho. "Los artistas son personas más sensibles, sienten emociones fuertes. De cara al público, se trata de escritores, poetas, músicos o actores de gran prestigio pero, tras el éxito, se ocultan personas ansiosas, deprimidas o bipolares”.
Y es que, como recuerda el profesor Vikram Patel, director del Centro Británico para la Salud Mental Global, “hay estudios que vinculan el talento creativo y la salud mental aunque el mecanismo exacto aún es un misterio”.
De momento se sabe que los circuitos cerebrales de la creatividad son los mismos que los de la depresión, por lo que ser creativo puede aumentar el riesgo de esta enfermedad mental.