Barilla quiere imprimir espaguetis en 3D. Últimamente no se deja de hablar de las impresiones en 3D.
¡Pero es que ahora además parece que van a ser comestibles!
El fabricante italiano de pasta más grande del mundo, Barilla, está trabajando desde hace dos años en el diseño de una impresora de pasta, de la mano del instituto de investigación holandés TNO Eindhoven.
El objetivo es que espaguetis frescos y todas las variantes de pasta se impriman sin mucho esfuerzo mediante una impresora 3D.
Sin duda supondría menos tiempo y menos esfuerzo a la hora de preparar los platos. También se reducirían gastos de elaboración y se eliminarían la necesidad de grandes envíos internacionales. Pero… ¿de verdad es posible imprimir comida?
Económicamente hablando, parece viable. El concepto es similar a la inyección de tinta o a las máquinas de café que funcionan con cápsulas.
La mezcla de la masa la suministraría la marca en forma de cápsulas que se colocarían bajo unos ventiladores de la impresora de pasta.
En términos de eficiencia, Barilla piensa que su impresora podría preparar un plato perfecto de pasta con un diseño personalizado en pocos minutos. Su meta es una máquina que pueda imprimir de 15 a 20 piezas cada dos minutos.
La principal preocupación será el precio de las cápsulas de pasta y la reputación de los platos preparados mediante impresora. Es posible que en restaurantes reconocidos no quieran arriesgarse al descontento de los clientes. En este sentido, el trabajo artesanal sigue gozando de una mejor percepción entre los consumidores más sibaritas.
La impresora de pasta de momento es sólo un prototipo. Barilla espera poder convertir este proyecto en una realidad lo antes posible.
¿Convencerá un plato de pasta impreso con forma de rosa en San Valentín a los clientes más exigentes?