BBVA ha adquirido la start-up bancaria estadounidense Simple por 117 millones de dólares (unos 85,5 millones de euros al cambio actual) con el propósito de "acelerar su expansión en banca digital", según afirma el presidente de BBVA, Francisco González. "La experiencia de cliente de Simple no tiene parangón en el mundo de la banca digital", añade.
Simple, con sede en Portland (Oregón, Estados Unidos), cuenta con más de 100.000 clientes en todo el país. Fue fundada en 2009 e inició su andadura comercial en julio de 2012.
Se caracteriza por su independencia y se presenta como una alternativa al sistema bancario tradicional, del que a partir de ahora parece que empezará a formar parte. Simple evita las comisiones y ofrece al cliente un detallado análisis de sus transacciones de forma cómoda desde su smartphone, mediante aplicaciones para Android y Apple que incluyen también herramientas de ahorro. Los clientes de la compañía disponen además de una tarjeta Visa Simple.
La compañía se apresuró a subrayar que su negocio se mantendrá sin grandes cambios porque operará como una subsidiaria independiente con el mismo equipo de gestión que hasta ahora. "La mayor diferencia desde el punto de vista del consumidor es que vamos a tener muchos más recursos para poder crecer más rápido", declara Joshua Reich, co-fundador y presidente ejecutivo de Simple.
Simple no cuenta con sucursales físicas y consigue sus clientes a través del boca-oreja, por lo que no invierte demasiado en publicidad. El año pasado manejó más de 1.700 millones de dólares en transacciones.
El 'banco azul' cerrará la compra a través de su filial en Estados Unidos, BBVA Compass, que en el futuro ayudará a Simple a desarrollar nuevos productos y servicios. Esto supone para BBVA una ayuda para ampliar su presencia en el país americano.
BBVA ha subrayado que la inversión en Simple es un ejemplo más de su compromiso con la innovación, en un contexto de constantes cambios tecnológicos que están transformando la industria financiera. La entidad está lanzando nuevos productos y servicios a través de una serie de iniciativas, desarrolladas tanto de forma interna como a través de inversiones en start-ups innovadoras, con el objetivo de reinventar la industria de servicios financieros.