Google ha empezado a utilizar los drones como vehículo para el transporte de mercancías como parte de su Proyect Wing o Proyecto Ala.

Las primeras pruebas han tenido lugar en Australia y Namibia y, según explica un portavoz de la compañía, pretenden “cubrir de manera eficiente la entrega de objetos en grandes extensiones poco pobladas”.

El proyecto se diferencia de la propuesta de Amazon de entregar sus compras con drones porque Google no busca vender nada. Su objetivo es entregar mercancías en zonas no urbanas, donde las carreteras, trenes o aviones no llegan.

Un diseño peculiar
Los drones de Google cuentan con un diseño diferente basado en una estructura aerodinámica, cuatro hélices en la parte superior y un hueco en el centro para colocar la mercancía. El dron despega en vertical, como un helicóptero, y, una vez que coge altura, planea en horizontal.

En su interior dispone de toda la tecnología remota necesaria para conectarse a los servidores que controlan su vuelo.Y es que, aunque el dron recorre una ruta predefinida, es posible adaptar el vuelo a los cambios meteorológicos.

Nick Roy, ingeniero aeronáutico del MIT, ha trabajado en el Project Wing desde que Google lo fichó en el verano de 2012. Según el científico, los drones de Google son capaces de mantenerse a 40-60 metros de distancia de los objetos que haya a su alrededor, lo que hace que no se parezcan “en nada a esos juguetes que se usan los fines de semana en los parques”.

Todavía no se han resuelto aspectos como la autonomía de los drones ni la forma de recarga. Tampoco Google ha comentada nada sobre el hecho de que Brisbane (Australia), que ha servido como laboratorio de pruebas para estos prototipos, sea uno de los lugares con la legislación más laxa del mundo sobre el uso de drones.