La temporada de compras navideñas todavía queda algo lejos, pero los gigantes de la tecnología ya han empezado a intentar posicionar sus últimos modelos de televisiones, smartphones y otros dispositivos en el Top of Mind de los consumidores de todo el mundo.
Muchos de esos nuevos modelos se están presentando desde la semana pasada en la IFA de Berlín, la gran feria de la electrónica de consumo en la que marcas como Samsung, Sony o Panasonic enseñan sus gadgets al mundo. Se espera que unos 250.000 visitantes acudan este año a la feria.
Y es que cada vez más personas se conectan a internet a través de smartphones y tablets. Sin embargo, el gasto que hacen los consumidores en este tipo de dispositivos ha empezado a frenarse y en algunos segmentos de mercado incluso ha decaído. La crisis ha hecho que se aprieten los cinturones en busca de modelos más asequibles en lugar de apostar por modelos de alta gama como los que ofrece, por ejemplo, Samsung.
“La competencia es cada vez más dura”, asegura Roberta Cozza, directora de investigación tecnológica en Gartner. “A menos que ofrezcas a la gente verdadera innovación, hay poca lealtad hacia una marca u otra”.
Apple, en este sentido, trata de mantenerse al margen y no suele acudir a grandes ferias de tecnología como la IFA de Berlín o el Mobile World Congress de Barcelona. La empresa de la manzana sigue fiel a su tradición de eventos sorpresa como el de este martes, cuando se espera que anuncie el tan esperado iWatch y dos modelos de iPhone con pantalla de mayor tamaño.
Otras tecnológicas que sí acuden a las ferias de electrónica son, por ejemplo, Microsoft o Sony, compañías que luchan cada vez más contra la competencia que llega de mercados emergentes.
“Todo el sector sabe que la demanda de dispositivos de alta gama de 300 dólares no está creciendo”, asegura Dan Dery, CMO de Alcatel One Touch, uno de esos smartphones que se venden en el mercado a un precio inferior (menos de 100 dólares en este caso). “El mercado para los dispositivos que cuestan menos de 200 dólares es el que está creciendo”.
Y es que incluso en los mercados emergentes el gasto en nuevos gadgets está previsto que crezca sólo un 2% este año, frente al 9% de 2013. Algo que está llevando a las empresas de tecnología a aplicar diferentes estrategias para paliar la caída de la demanda de dispositivos móviles.
Samsung sigue apostando por los smartphones de gran pantalla dirigidos a un consumidor más premium (su precio ronda los 500 dólares). Por su parte, empresas chinas, como ZTE o Huawei, han penetrado en el mundo en vías de desarrollo con teléfonos Android low-cost a un precio inferior a 100 dólares. Su objetivo ahora es penetrar en mercados más maduros.