La llegada de San Valentín propicia las declaraciones de amor más edulcoradas. Sin embargo, los viejos románticos reivindican esta fecha con acciones más simples que evocan la historia de amor entre Romeo y Julieta.
Y precisamente en Verona, el lugar en el que se inspira la célebre obra de Shakespeare, ha nacido una iniciativa llamada a recuperar el regalo más clásico entre este target: las rosas.
Con este objetivo ha nacido Cupidrone, un avión no tripulado que sobrevuela las calles de la ciudad italiana repartiendo flores "entre los enamorados y las almas solitarias que buscan el amor".
Tras difundir la ternura por las calles de París, la Oficina Holandesa de Flores, a través de su iniciativa ‘Funny How Flowers Do That’ es la responsable de esta acción, que ha llenado la ciudad italiana de romanticismo a través de rosas rojas que llueven del cielo.
Gracias al uso de este dron, la institución está decidida a demostrar el efecto que las flores tienen sobre las personas y a incentivar su consumo más allá del próximo 14 de febrero.