Realidad física y virtual se abrazan en Omnipresenz, un juego con firma española que permite guiar las acciones de avatares humanos.
Se trata de una experiencia de telepresencia desarrollada por un equipo catalán que hace de la interacción online su máxima y aspira a “desterrar los límites de espacio y tiempo”.
Así define Daniel González, CEO del proyecto, este juego. Su funcionamiento es muy similar al de un videojuego, con la salvedad de que el avatar que se controla no es una imagen en 3D, sino una persona real.
Definida como una “herramienta social”, Omnipresenz está concebida para que “mucha gente pueda interactuar con una idea y hacerla realidad”.
La empatía es, por tanto, el hilo conductor de un proyecto colaborativo que espera materializarse muy pronto. De hecho, sus promotores ya han puesto en marcha una campaña de crowdfunding con la que pretenden financiar los 33.000 euros que se necesitan para la inversión inicial.
Para hacer la experiencia mucho más realista, el avatar lleva un casco con una cámara integrada que permite al usuario un seguimiento en tiempo real de las acciones.
La idea se apoya en tres aristas:
El usuario: Diseñado para amantes de la aventura, Omnipresenz está concebido para interactuar con la gente de un modo diferente y contribuir a crear una sociedad mejor con acciones concretas y locales.
La interfaz: La usabilidad y la sencillez son las señas de este proyecto en fase de germinación. La proactividad y la generación de ideas propias aumentará el potencial de una tecnología que se integra de lleno en la vida real.
El avatar: Es una persona real, dispuesta a dejarse llevar por las órdenes de otro jugador y disfrutar de una experiencia de usuario poco convencional. Sus creadores ya advierten de que las instrinstrucciones deben respetar la legislación vigente y estar encaminadas a fines positivos.
De momento ha recaudado 607 euros de los 33.000 que necesita para llevarlo a la práctica.