La fundación Bill Gates busca ideas creativas para reinventar el preservativo. El objetivo es conseguir un condón que la gente quiera usar, para frenar el avance del VIH. Y es que por el momento, el chubasquero de toda la vida sigue siendo el mejor método anticonceptivo y de prevención de ETS que existe. El preservativo es el único que nos protege contra todo, es fácil de llevar y barato.
El único problema es que, especialmente en el tercer mundo, los hombres no quieren ponérselo. En el África Subsahariana, donde la población con SIDA roza casi el 15% del total, parece que no funcionan las campañas publicitarias financiadas por el gobierno, ni las clases de educación sexual, ni la distribución de preservativos gratuitos. Además de los falsos mitos que existen alrededor de la enfermedad (muchas personas aún creen que se transmite por mal de ojo), muchos están dispuestos a correr el riesgo por no perder placer en la relación sexual.
Así que la fundación Bill Gates ha decidido enfocar el problema de forma totalmente diferente. Por ello buscan científicos de todas las disciplinas que desarrollen ideas para diseñar un preservativo que sea más placentero al usarlo. De momento, ya hay dos ideas que les han gustado:
Este modelo de silicona llamado Origami, diseñado por investigadores de la Universidad de Washington, se centra en recrear las sensaciones naturales del sexo y permitir una mayor movilidad.
La otra idea preseleccionada es un modelo hecho de un tejido de plástico nanométrico, que se disuelve emitiendo sustancias espermicidas y anti-VIH. Su ventaja es que es mucho más fino y casi no representa una barrera en la relación sexual.
Si se os ocurre alguna idea mejor, la Fundación Bill Gates está esperando oírlas. Aquí os dejamos el formulario de inscripción. ¡La fiebre de la innovación ha llegado a los preservativos!