En el día de ayer tuvo lugar en el Mazda Space de Barcelona la 3ª Conferencia Rebeldes con Causa. Organizada por la marca en un espacio situado en pleno corazón de El Born, creado para la inspiración y el intercambio de ideas, el tema central de la jornada ha sido cómo la innovación y la tecnología afectan al futuro laboral y a la estructura social del siglo XXI.
Y para ello Mazda ha contado con la presencia de un joven referente a nivel mundial: Federico Pistono.
A la edad de 23 años, Federico Pistono ya cuenta con una gran trayectoria laboral. Tiene su propia empresa, Konoz, una plataforma online de intercambio de conocimiento en el que todo el que lo desee puede estudiar cursos tanto de Ciencias, Filosofía, Informática e incluso artes como Música u Origami. También es miembro del Actual Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (RSA), y autor del libro “Los robots robarán tu empleo pero está bien: cómo sobrevivir al colapso económico y ser feliz”.
Así, la principal conclusión de la intervención de Pistono y la idea que transmite es que “estamos en la ola del cambio, y no podemos volver atrás”.
La transformación tecnológica no tiene por qué ser negativa
Con “cambio” el ponente se refiere a la reestructuración mundial, tanto de la sociedad como de la vida laboral.
Una de las principales preocupaciones de hoy en día es que la tecnología, al reemplazar trabajos que actualmente ejecutan las personas, pueda desestabilizar la economía mundial y disparar las cifras de desempleo.
Sin embargo, Pistono declara que “no puedes imaginar cómo será el mundo cuando el cambio se produce tan rápido”, y expone algunas razones para no rechazar la transformación tecnológica y abrirse a un cambio que podría suponer una mejora general, tanto laboralmente como en calidad de vida.
Y para ello pone algunos ejemplos.
Imaginemos que los coches autónomos se convierten en una realidad. Si se normalizaran como un medio de transporte habitual, las cifras de desempleo de conductores de transporte público se dispararían, acabando con un sector que actualmente está consolidado en la sociedad y enviando a millones de personas al paro.
Aunque por otro lado, actualmente no utilizamos el coche sino un pequeño porcentaje del tiempo, sólo cuando lo necesitamos. Si los coches autónomos se normalizaran, “¡no habría necesidad de tener un coche!”, porque estarían circulando por toda la ciudad todo el tiempo, y la gente no tendría la necesidad de gastar su dinero en comprar un coche y mantenerlo.
Además, los seguros médicos no serían tan caros porque la tasa de accidentes se reduciría. E incluso puede llegar un punto en que tener coche sea ilegal, porque “las personas matamos a otras personas con el coche”.
La transformación de la economía: “The Star Trek Economy”
Así pues cabe preguntarse: ¿cómo podrá ser la estructura mundial cuando desarrollemos la tecnología hasta el punto de automatizar la mayoría de los procesos que pueden hacer tanto un humano como una máquina?
La respuesta está en el concepto “The Star Trek Economy”.
Actualmente vivimos en un mundo en el que las empresas que obtienen mayores beneficios a nivel mundial (como Apple, Google, o Whatsapp) logran grandes sumas de dinero con poco personal.
En este sentido, Pistono afirma que es causa de la actual “Creator Economy”, porque el valor de las empresas que menciona se genera con el uso que le dan las personas. Los usuarios son los que crean el valor y el contenido. “Si la gente no usara Google, Facebook y Twitter, no tendrían valor”.
Pero “The Star Trek Economy” es un paso más allá: el futuro del trabajo y de la sociedad que podría ser posible en no mucho tiempo. En las novelas de Star Trek la sociedad no se regía por el trabajo que una persona tenía o el dinero que generaba, sino por la reputación que ese trabajo le daba a la persona, indiferentemente de si era músico, poeta o ingeniero.
Así, el acceso a los recursos se regía por esa reputación y no por dinero. ¿Por qué? Pues porque al estar todo automatizado, las máquinas se encargaban de fabricar la ropa, la comida, y en general lo necesario para la supervivencia. Lo que desemboca en que las personas no tenían que pagar por los bienes básicos.
Es por eso que Federico Pistono invita a la siguiente reflexión: si las máquinas lo hacen de forma fácil y automática, y existen recursos para todos, ¿por qué tenemos que pagar por ellos? “Toneladas de comida están siendo destruidas por los gobiernos para que suba su precio”. Incluso añade que en algunas regiones del mundo hay sobrealimentación, mientras que en otras hay hambre.
Tal y como afirmó al principio de su presentación, es imposible predecir el futuro, sobre todo si ocurre de una forma tan rápida. Aunque para Pistono la clave está en empezar a pensar en colectivo y dejar la individualidad, alegando que los países con conductas más sociales suelen estar compuestas por individuos más felices y con menos desórdenes mentales y anímicos, tales como estrés, neurosis…e infelicidad en general.
El debate queda abierto.