Vogue Italia elimina las fotografías de su primera edición del año

  • La publicación ha decidido reemplazar las fotografías por ilustraciones, como parte de su compromiso con el medio ambiente
  • La revista busca reducir el impacto generado por producciones fotográficas en todo el mundo
vogue-portada-ilustraciones

¿Qué sería de una revista de moda sin sus glamurosas y sofisticadas fotografías? Esa es la determinación que ha tomado Vogue Italia para su primera edición del año y de la década.

El cuidado del medio ambiente es parte de la misión de Vogue para la nueva década

La revista ha decidido reemplazar las fotografías por ilustraciones como un acto de conciencia hacia el cuidado del medio ambiente. De esta manera, la publicación busca reducir el impacto generado por la realización de sesiones fotográficas en distintas partes del mundo.

"Ciento cincuenta personas involucradas. Veinte vuelos y aproximadamente una decena de viajes en tren. Cuarenta autos en espera. Sesenta entregas internacionales. Luces encendidas al menos 10 horas continuas, en parte con energía de generadores a combustible. Desperdicio de alimentos por los servicios de catering. Plástico para cubrir las prendas. Electricidad para recargar teléfonos, cámaras...", ha escrito Emanuele Farneti, Editor in Chief de Vogue Italia en su editorial de este mes a modo de resumen del impacto ambiental generado por la publicación de una revista de moda.

Noticias Relacionadas

Google y Stella McCartney se unen para conocer el impacto ambiental de la moda

 

Las marcas ecológicas ganan protagonismo en YouTube

 

Farneti ha confirmado que esta iniciativa forma parte de la nueva misión que ha definido Vogue junto a sus editores de cara a la nueva década.

“La creatividad, que ha sido una piedra angular de Vogue durante casi 130 años, puede y debe incitarnos a explorar diferentes caminos”, ha señalado el responsable de la revista italiana.

La edición de enero de Vogue Italia cuenta con diferentes portadas diseñadas por ocho reconocidos ilustradores. El dinero ahorrado por evitar la producción de sesiones fotográficas se destinará a una fundación estudiantil en Venecia, llamada Fondazione Querini Stampalia.