
Packaging
Término inglés para nombrar el embalaje y etiquetado de los productos. El packaging se encarga de darle personalidad y determinadas características al producto, siendo una proyección de la marca.
Tiene como objetivo cuidar la estética del producto además de hacerlo atractivo y apetecible para los ojos del consumidor con un envase diferenciador de la competencia. El packaging muchas veces es responsable de que la venta de un producto sea un éxito o un fracaso, independientemente de sus características. Está muy ligado al proceso creativo, diseño gráfico y a la innovación. Tiene tres funciones:
- Llamar la atención. Ante todos los productos de la competencia, deberá diferenciarlo con un diseño o un envase característico que haga que el cliente se interese.
- Demostrar su funcionalidad. El packaging debe mostrar al consumidor en un vistazo para qué sirve.
- Ser recordado. Se trata de que el consumidor vuelva a comprar un producto y lo recomiende.
Para llevar a cabo estas tres funciones es necesario tener en cuenta el tamaño, la forma, el color y los materiales.
El tamaño debe ser acorde al tipo de producto. Por ejemplo si se quiere vender paquetes de leche y sabemos que el consumidor normalmente dispone de poco espacio de almacenamiento en su nevera, tendremos que elaborar un tamaño que sea funcional y que no ocupe mucho. La forma y el color están directamente asociados a llamar la atención y a ser recordados. Los materiales, están en relación con la funcionalidad, debido a que son los responsables de que el producto sea más o menos ligero, incluso que influya en el sabor.