“Chevron, es incluso difícil comprender lo poco que nos importas”.
Con ese contundente claim cierra el anuncio satírico que el cineasta Adam McKay, director de la popular cinta de Netflix “No mires arriba”, ha creado sobre la compañía energética. A través de su productora Hyperobject Industries, ha generado un spot falso en tono paródico que critica la actividad de la multinacional y denuncia su papel en el agravamiento del cambio climático.
El vídeo, publicado en Twitter por el propio McKay, se ha hecho viral a lo largo de los últimos días y acumula ya más de 5,4 millones de reproducciones y 32.000 retuits. Con la aparentemente ingenua frase "¿Alguien ha visto este anuncio de Chevron?", el director no aportó ninguna indicación de que se tratara de una pieza sátira, algo que cada espectador ha descubierto con la reproducción del vídeo.
Los primeros segundos de la creatividad podrían dar a entender que se trata de una campaña real de la firma petrolera, puesto que la pieza se apoya en los códigos audiovisuales propios de la categoría: uso de apacibles imágenes de archivo que reflejan la naturaleza y el disfrute de esta por parte del ser humano; una música relajante e inspiradora y un texto evocador. Es más, “En Chevron creemos que nada es más importante que la vida”, es la frase que inicia el spot.
Sin embargo, a medida que el anuncio va poniendo en valor el petróleo, la gasolina, los combustibles fósiles y los gases de efecto invernadero, se percibe la profunda intencionalidad crítica de McKay. “Al final del día, en Chevron no nos importa una mierda ni tú, ni tus extraños hijos ni tu andrajoso perro”, explica la locución. “Tenemos millones y millones de dólares para pagar por este tiempo publicitario, este montaje cursi y esta música cutre”, añade.
La pieza critica el uso de recursos audiovisuales para confundir a los consumidores
De esta forma, se burla de los recursos estilísticos y narrativos de la industria energética y denuncia que se empleen para confundir a los espectadores y lavar su imagen de marca. Asegura que esos códigos se utilizan para que los consumidores entren en estado catatónico que les ayude a olvidar el hecho de que está matándoles activamente cada día.
“El cerebro humano solo puede asimilar un determinado número de cosas al mismo tiempo, así que estas escenas emocionalmente cargadas pondrán a otro lado pensamientos como 'Chevron me está matando'", comenta el narrador. “Es simplemente cómo funciona nuestro cerebro, tú marioneta de carne que solo sirve para darnos beneficios”, concluye la pieza, señalando que el spot es extrapolable a Exxon, BP, Shell o cualquier medio de comunicación o político corrupto “que esté intercambiando el futuro de la vida en este planeta por dinero sucio y acciones petroleras”.
El anuncio ha sido escrito por McKay, narrado por Steven San Miguel, editado por Bruce Hermann y producido por Staci Roberts-Steele. En declaraciones a Deadline sobre la idea detrás del paródico spot, Adam McKay ha hecho gala de la misma ironía presente en el anuncio: “La idea de hacer este video bromeando sobre cómo Chevron, junto con todas las demás compañías petroleras, nos asesinan todos los días, surgió del hecho de que Chevron y todas las demás compañías petroleras nos asesinan todos los días”.
Acompañando el falso anuncio, el cineasta también compartió unos fotomontajes en los que renombrada a los huracanes y las fuertes tormentas que han azotado recientemente Estados Unidos por los nombres de las compañías petroleras, como Exxon, Chevron o Koch Industries.
Según informa Variety, el Fondo de Emergencia Climática anunció recientemente que Adam McKay había donado 4 millones de dólares a la organización, en lo que supone su donación personal más elevada en cualquier causa, y también la donación personal más grande en la historia del Climate Emergency Fund. Además, el cineasta se ha unido a la junta de la organización.