El pasado mes de octubre Converse demandó a 31 compañías por haber copiado su emblemático modelo de zapatillas Chuck Taylor. Entre los acusados se encontraban grandes firmas de moda como H&M y Ralph Lauren.
Con esta acción la marca, propiedad de Nike, instó a la Comisión de Comercio Internacional a prohibir la importación y venta de zapatos similares a los que popularizó desde su creación en 1917. Y su petición ya ha surtido efecto sobre algunas de estas firmas.
Ralph Lauren, por ejemplo, se ha comprometido a destruir todos los modelos que guarden parecido con la zapatilla original. Así lo estipula el acuerdo legal alcanzado por ambas partes que afecta a 36 modelos de lona.
Además, tiene 30 días para hacer frente a la sanción económica que lleva aparejada la demanda. El Presidente de Converse, Jim Calhoun, se ha apresurado a comentar que el objetivo no es lucrativo y ha subrayado que su propósito es “detener esta acción”.
Calhoun ha alabado la decisión de Ralph Lauren y ha manifestado que “somos bastante afortunados de estar en posesión de lo que consideramos un icono americano”.