El regalo de Tiffany & Co. que Melania Trump le ha hecho a Michelle Obama durante la investidura de Donald Trump, está siendo muy comentado.
Y es que, según dicta el Protocolo, ni el Presidente, ni el Vicepresidente, ni el Secretario de Estado, ni ninguna de sus esposas pueden recibir un regalo directamente sin que pase antes por la oficina dedicada en exclusiva a controlar este tipo de entregas.
Así, como no estaba previsto que la Primera Dama apareciera con un regalo para la ex Primera Dama, Michelle Obama se llevó una verdadera sorpresa. Tuvo que ser su esposo, Barack Obama, quien recogiera el presente y se lo entregara a los responsables de seguridad.
Melania Trump se dejó llevar por la emoción del momento pero, ¿realmente la nueva Primera Dama no conoce ya este tipo de normas?
Si no entraba en Protocolo, ¿por qué se hizo?
¿Es que Melania Trump piensa saltarse el Protocolo a menudo?
¿Le regaló una joya de Tiffany & Co. porque su hija se llama Tiffany?
¿O porque quería que el regalo hiciera juego con su traje de Ralph Lauren?
Lo que yo creo es que estamos ante un posible caso de Product Placement por parte de Tiffany & Co. La marca podría haber pagado a los Trump para que el regalo que Melania le hiciera a Michelle fuera un producto suyo. Así, Publicity asegurada a cuenta y riesgo de saltarse el Protocolo. Y así, una anécdota que comenzó con “pobre Melania, lo hacía con toda su buena intención”, hará que la marca entre en el top of mind y la shortlist de miles de millones de personas en todo el mundo cuando piensen en comprar una joya.
Estaríamos por tanto ante un nuevo tipo de Product Placement: el patrocinio de actos oficiales.
Los Trump se reconcilian con Tiffany & Co.
Junto a la Torre Trump en la Quinta Avenida de Nueva York hay una tienda de Tiffany & Co. La marca se ha venido quejando de que la victoria de Donald Trump, y los consiguientes cortes de circulación en esta calle, han disuadido a los clientes y las ventas se han reducido un 14% durante la campaña de Navidad.
Quizá los Trump se hayan querido reconciliar con sus vecinos teniendo este gesto.
O quizá la marca haya aplicado la estrategia del “no hay mal que por bien no venga” y, aprovechando un evento de impacto global, se ha “colado” en todas las portadas.
No olvidemos que se acerca San Valentín…