La Navidad ya está a la vuelta de la esquina. No hay más que mirar los estantes repletos de turrón y mazapán de los puntos de venta para darnos cuenta de ello.
Pero no solo los dulces navideños son los protagonistas de estas fechas. La publicidad es la gran esperada. Porque montar el árbol no tiene gracia sin los spots de Lotería de Navidad, de John Lewis o de Freixenet sonando de fondo. Ellos, casi tanto como las cenas familiares de Nochebuena, se han convertido en una tradición.
Y Apple no iba a ser menos
Los de Cupertino, año tras año, han intentado sumarse a la celebración de estas fechas con sus creaciones. Y, aunque mucho distan de los primeros intentos en los que la facilidad del uso de su Mac era lo más importante, hoy la emoción domina sus escenas.
Porque ya poco queda de esos dos programadores animados que hablaban directamente a la pantalla. Apple es experta en Marketing, y sabe que lo que vende es la conexión emocional. Así que emoción es lo que entrega.
Y si la emoción es fruto de la conexión que ofrecen sus dispositivos, la relación del producto, los sentimientos y la Navidad parece completa.
Una lección que ha aprendido a lo largo de sus últimos 30 años de publicidad navideña recogidos en este vídeo.
Así es mucho más fácil regalar emoción. Así es mucho más fácil regalar Apple.