Al arranque del Foro de Davos, Greenpeace lanza una campaña posicionándose contra los jets privados

  • Denuncian que se vayan a tratar temas como la protección de los mares, llegando en aviones contaminantes
  • Este año el encuentro vuelve al formato presencial bajo el lema “Cooperación en un mundo fragmentado”
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“Vivimos en el mismo planeta, pero no estamos en el mismo mundo”.

Es la sentencia con la que los activistas de Greenpeace vienen denunciando desde hace días la llegada de empresarios de todo el mundo a Davos en sus jets privados para la celebración del Foro Económico Mundial en la localidad suiza.

El encuentro cumple más de medio siglo

El encuentro cumple más de medio siglo y, tras dos años de adaptarse a las necesidades pandémicas, el Foro vuelve presencialmente a su sede en Davos, Suiza, donde se reúnen esta semana para debatir líderes mundiales y pensadores contemporáneos. En total, unas 2.500 personas hasta el viernes 20 de enero y, este año, con un paisaje poco nevado que alerta sobre los riesgos del calentamiento global en un contexto también de crisis económica y geopolítica.

Precisamente las anómalas elevadas temperaturas que se están registrando este invierno en Europa son uno de los temas que ha venido denunciando Greenpeace en su campaña orquestada para denunciar el uso de jets privados para asistir al Foro de Davos. 

Los temas que habitualmente se ponen sobre la mesa durante el Foro de Davos suelen estar influenciados por la coyuntura mundial. 
En este sentido, las reu­niones de este año se centrarán en varios temas de actualidad

  • Crisis energética y alimentaria, en el contexto de un nuevo sistema de energía
  • Clima y naturaleza
  • Economía de alta inflación, bajo crecimiento y alta deuda en el contexto de un nuevo sistema de inversión
  • Comercio e infraestructura
  • Vulnerabilidades sociales en el contexto de un nuevo sistema de trabajo, habilidades y cuidados
  • Riesgos geopolíticos en el contexto de un nuevo sistema de diálogo y cooperación en un mundo multipolar.

Y sobre el asunto del clima y la naturaleza ha denunciado también Greenpeace el hecho de que los líderes mundiales vayan hasta Davos en jets privados contaminantes para mantener allí conversaciones sobre la protección de los mares.

En un informe que Greenpeace presentaba hace unos días, la organizaciación analiza las emisiones de CO2 que causaron los viajes en avión privado de los asistentes al Foro Económico Mundial de Davos el año pasado, equivalentes a 350.000 automóviles haciendo 750 kilómetros diarios durante una semana. Así, según la información de Greenpeace, 1.040 jets privados entraron y salieron de los aeropuertos que prestan servicio a Davos durante la semana del encuentro, provocando que las emisiones de CO2 se multiplicaran por cuatro durante aquellos días, tal y como concluye la organización.

Klara Maria Schenk, portavoz de la campaña de movilidad europea de Greenpeace, ha señalado en este sentido: “Los ricos y poderosos que acuden a Davos para debatir a puerta cerrada sobre el clima y la desigualdad usan el medio transporte más contaminante y desigual que existe, justo cuando Europa experimenta el mes de enero más cálido desde que hay registros y las comunidades de todo el mundo sufren los fenómenos meteorológicos extremos por la crisis climática”.

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Para Eva Saldaña, Directora Ejecutiva de Greenpeace España, "Davos representa lo más perverso de un sistema socioeconómico fallido: élites que intentan vender una imagen de sostenibilidad y de que están ahí para cambiar el mundo mientras concentran una riqueza y poder desproporcionadamente obsceno y se benefician a costa de la mayoría de las personas y del planeta, poniendo la vida en jaque".

Los jets privados no están regulados en la Unión Europea, si bien en 2022 varios países, encabezados por Francia, comenzaron a solicitar una regulación europea de las emisiones de la aviación que incluya la problemática de los vuelos cortos “innecesarios” -con alternativa viable en tren- y de los jets privados.