El autoconsumo eléctrico cobra fuerza frente al aumento de los precios de la luz

  • Se espera que existan más de 100.000 instalaciones fotovoltaicas en las viviendas españolas a finales de 2021
  • El Gobierno destinará 900 millones de euros al autoconsumo de los fondos de recuperación Next Generation
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El gran debate del consumo en los últimos meses está siendo las continuas subidas del precio de la luz, que ha marcado cifras históricas y que este viernes superaba ya los 117 euros por megavatio-hora (MWh). El principal motivo del incremento se encuentra en los altos precios de los derechos de emisión y el encarecimiento del gas natural que han convertido la factura en un documento donde los costes de distribución suponen el 50%, mientras que solo el 24% es en sí mismo el precio de la energía. Nada apunta a que los precios vayan a descender en un horizonte cercano, a pesar de la reducción del IVA de la luz aprobado por el Gobierno y frente a ello se están reforzando las iniciativas de autoconsumo.

El autoconsumo se basa en la generación de la energía en un lugar cercano a donde se consume

Se trata de un esquema de generación basado en la producción eléctrica en el mismo punto donde se consume o en un lugar cercano y permite a los usuarios tener cierta soberanía sobre el apartado energético. La principal expresión de esta fórmula son los paneles fotovoltaicos y los operadores que los comercializan argumentan que los principales puntos de interés del modelo son el ahorro, a corto-medio plazo, porque la inversión inicial de la instalación es importante; y la sostenibilidad, puesto que implica usar energía limpia.

El autoconsumo ha cobrado fuerza en los últimos tiempos y de hecho el año pasado se conectaron 40.000 instalaciones solares en los tejados y para 2021 se espera que España alcance las 100.000 instalaciones acumuladas en una progresión importante. Y esto ha sido posible gracias a la derogación del impuesto al sol que tuvo lugar en 2018, una tasa que suponía un peaje para el uso de las instalaciones fotovoltaicas y que dificultaba en gran medida la expansión en uno de los países con mayor radiación solar, circunstancia que también quieren aprovechar los españoles, puesto que según un estudio realizado por Galp, un 68% valorarían la opción de pasarse a esta fórmula como medida de ahorro.

¿Qué modalidades de autoconsumo existen?

En España, el autoconsumo está regulado por un Real Decreto donde se recogen los cargos que implica este sistema y las formas que existen de autoabastecimiento. Para iniciarse en el mismo, Endesa explica a través de su web que son necesarias una o varias placas solares, así como un inversor de corriente que pase de continua a alterna para su correspondiente conexión con las placas fotovoltaicas.

En cuanto a las modalidades de autoconsumo, existen básicamente dos, una primera basada en el autoabastecimiento sin excedentes, donde la energía sobrante no se inyecta en la red eléctrica; y otro suministro de autoconsumo con excedentes, con la que además de lograr energía propia, se destina la energía sobrante a la red de transporte y distribución. Aquí es importante señalar que tanto los productores como los consumidores pueden acogerse a un mecanismo de compensación de excedente de forma voluntaria, pero deben cumplir con varios requisitos: la fuente de energía ha de ser renovable, la potencia total no puede exceder los 100 kW, existirá un único contrato para consumo asociado y consumos auxiliares, se deberá suscribir un contrato de compensación de excedentes y no es posible tener un régimen retributivo a la instalación de producción.

De hecho, son los propios operadores energéticos los que promocionan el modelo de autoconsumo en sus portales corporativos, como sucede con Iberdrola, que propone otra fórmula: la del autoconsumo mini eólico, basada en el aprovechamiento de esta energía alternativa y que se basa en pequeños molinos. “La electricidad obtenida con estos aerogeneradores suele emplearse para cubrir necesidades domésticas, lo que la convierte en una de las opciones favoritas a la hora de apostar por en autoconsumo eléctrico”, explica la compañía.

El funcionamiento del autoconsumo mini eólico es una reproducción a escala menor del modelo de la energía eólica, donde el rotor de un aerogenerador produce electricidad en corriente alterna. Sin embargo, el resto del sistema es similar al de la versión fotovoltaica, con un regulador que gestiona los picos energéticos y un acumulador que tiene la misma función que en el sistema de placas solares, aunque aquí la fuerza del viento es más continua que la radiación solar.

Estas alternativas de autoconsumo residencial permiten a los consumidores obtener independencia de los precios de la red, uno de los grandes desconocidos para la mayoría y que se diluye entre los subapartados de la factura. Cabe recordar que el precio de la luz en España se fija en un mercado diario, lo que se da en llamar como pool eléctrico, y donde las compañías energéticas lanzan diariamente sus ofertas para el día siguiente con el objetivo de satisfacer las necesidades del mercado. Después de la subasta diaria, en la que se enfrentan la oferta y la demanda, se fija el precio según la oferta más cara propuesta para atender la demanda de esa jornada.

Las instalaciones de autoconsumo tienen un precio aproximado de 6.000 euros

A través del autoconsumo se pueden lograr precios de producción propia de entre 5 y 10 céntimos/kWh, cifras sensiblemente inferiores a los importes que se están pagando en el mercado mayorista o a través de cualquier energética. De ahí que la principal barrera de entrada sea la instalación de los paneles o los mini-aerogeneradores. Según las tarifas de los instaladores, que en muchos casos son públicas, una vivienda con un consumo anual de 6.000 kWh dispondría de una instalación fotovoltaica por un precio que rondaría los 6.000 euros, aunque dependerá de la calidad de los componentes instalados, así como del proceso de implementación, pero sobre todo del tamaño de las placas. Aunque la mayoría de las instalaciones actuales están en viviendas unifamiliares, existe también la posibilidad de promover el autoconsumo en comunidades de vecinos, donde estos sistemas ayudarían a rebajar la factura del contador comunitario, que registra gastos como la luz de la escalera o el ascensor.

En cualquier caso, el precio final de instalación de un sistema de autoconsumo de placas solares está condicionado en gran medida por los paneles, que suponen cerca del 75% del precio total, mientras que la mano de obra, los contadores o el cableado pueden rondar los 1.200 euros. Aunque a todos estos importes hay que descontarles las ayudas que pueden recibirse, como la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles de hasta el 50% durante un periodo de 5 años, lo que ya puede suponer un ahorro de entre 1.000 y 2.500 euros.

A esto hay que sumarle el ahorro inmediato que se logra desde los primeros meses y que puede ser de hasta 300 euros en las facturas más grandes, de ahí que los operadores y empresas que la ofertan consideran que la inversión inicial puede quedar recuperada en poco menos de cinco años. Solideo, una de las empresas que presta este servicio, pone un ejemplo concreto de una casa unifamiliar de 200 metros cuadrados, con dos plantas y una factura de 120 euros al mes.

Para la misma contempla una inversión inicial en la instalación de 6.500 euros, pero un ahorro compensatorio de 70 euros al mes, a lo que habría que unir la bonificación del IBI. “Si a esto le unimos que la instalación de placas de energía solar fotovoltaica para el autoconsumo tiene una garantía de 25 años, solo cabe deducir que queda totalmente autopagada”, señalan desde Solideo, entidad que defiende que el “autoconsumo mediante energía solar no es solo rentable económicamente hablando, también es una inversión de futuro para nuestro planeta, puesto que es una energía verde. Y eso no tiene precio”.

Todo esto sitúa al autoconsumo ante su gran fase de crecimiento en España, un país que debido a las trabas impuestas por el impuesto al sol y la falta de fomento propio, ha perdido terreno respecto a otros países. En 2020, Alemania ya superó los dos millones de tejados solares siendo su realidad climática mucho menos favorable que la española para este tipo de energía. Con todo, los fondos Next Generation del plan de recuperación de la Unión Europea supondrán un impulso para este tipo de energía, porque ya se han reservado 900 millones de euros para el autoconsumo, tanto solar como eólico, que suponen un 1,2% de las ayudas directas totales en España, que tiene un deber pendiente como es el de agilizar los procesos. En Estados Unidos se plantea la posibilidad de obtener los permisos en una semana o hasta de modo inmediato para ejecutar estas instalaciones, mientras que en Polonia no se tarda más de una semana para tener la autorización administrativa, plazos mucho más cortos de las 14 semanas de media que se necesitan en España para procesos similares.

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Por tanto, el autoconsumo cobra fuerza e interés entre los clientes de los operadores tradicionales, que ven en esta fórmula un modo de alcanzar soberanía energética, un recurso eficaz ante las continuas subidas de la factura. Pero la voluntad, como ocurre con otras fórmulas verdes tal que el coche eléctrico, está sometida a las trabas administrativas y en algunos casos a la dependencia de ayudas, por lo que la colaboración público-privada, siempre complicada, volverá a ser esencial para que España aproveche el enorme potencial solar que tiene, tal y como queda palpable en estos meses de calor y consumo de aire acondicionado, que en un futuro podría provenir del mismo causante de su uso.

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