Es hora de juntarnos... pero para comer.

Coca-Cola quiere reunirnos para sentarnos a comer en la mesa. Se trata de la campaña global de la marca obra de Mercado McCann, que se estrenaba el pasado mes de diciembre, esta vez aplicada al mercado español.

El mensaje de “Es hora de juntarnos a comer” es muy claro: la comida y sus sabores pueden lograr todo aquello que la religión, la política, la cultura o las ideologías no consiguen hacer: unir a las personas alrededor de una mesa. Beatriz Osuna, Brand PR Senior Manager de Coca-Cola, comentaba como la comida provoca sensaciones y sentimientos. Un área que la marca quiere comenzar a afianzar, porque hasta ahora era felicidad, un campo que ya tiene más que dominado. Ese propósito de marca ahora va un paso más allá, anclándose en las conexiones que llevan a esa felicidad.

El detalle, como explicaba Isabel Gomis, Senior Brand Manager de Coca-Cola, es que en esta ocasión el equipo de la marca en España ha adaptado la campaña global al mercado local. “Hemos personalizado este mensaje porque, precisamente en un país como el nuestro, cualquier motivo es válido para reunirse y celebrar con una comida”.

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Así el realizador argentino del spot, Pucho Mentasti, voló hasta Málaga para rodar esas imágenes del anuncio y mantener el hilo conductor con el resto de imágenes de la pieza. Una porción del vídeo que además da un toque bastante interesante teniendo en cuenta la situación política de España: el fuet catalán se come hasta en Málaga. Y esa no es la única adaptación al mercado español, porque la marca también ha plasmado una imagen (y sensación) bastante familiar para todos: "Hay pocas cosas que unan más que un pincho de tortilla y una Coca-Cola".

La campaña arrancará la semana del 4 de marzo, y alcanzará coberturas masivas con un plan multimedia que combina medios audiovisuales y de exterior. Se incluirán acciones de geolocalización persiguiendo el engagement con el consumidor.

De hecho la campaña de exterior tendrá dos tipos de creatividad. La primera estará más centrada en el momento de consumo, poniendo el foco en el sabor de la comida con una Coca-Cola. La segunda se centrará en las personas, para los momentos más alejados de ese consumo.