Tesla ha protagonizado un product placement desorbitado, nunca mejor dicho. Y es que Elon Musk ha decidido matar dos pájaros de un tiro: aprovechando el lanzamiento del Falcon Heavy, el cohete más potente del mundo, por parte de SpaceX, el Tesla Roadster ha tenido un protagonismo especial en la misión, llevando así el product placement al espacio.
El cohete Falcon Heavy, con el que SpaceX confía en realizar misiones a Marte en el futuro, despegaba este martes desde Cabo Cañaveral para poner a prueba los propulsores y la posibilidad de reutilizar de nuevo los sistemas de despegue. A bordo iba el coche de Elon Musk, protagonizando una campaña de marketing a nivel mundial y que nos ha dejado una imagen épica: un coche sobrevolando la Tierra, pilotado por un un maniquí, Starman, que iba ataviado con el traje espacial creado por SpaceX.
La expedición, retransmitida a través de Internet, ya está considerada como el segundo streaming más visto de la historia de YouTube (más de 7,5 millones de visualuzaciones). Un buen ROI, teniendo en cuenta que el lanzamiento del coche al espacio ha costado 90 millones de dólares.
Con este viaje se ha querido probar si el Falcon Heavy, de 70 metros de alto y con capacidad para transportar más de 66 toneladas, puede servir para llevar carga útil al espacio. El objetivo de SpaceX es utilizar el cohete para llevar al espacio satélites más pesados e, incluso en un futuro, a humanos. De momento SpaceX ya ha dejado a Tesla en el espacio, en un curso hacia Marte, donde chocará para seguir su viaje eterno en el cosmos. Y es que la cápsula del Falcon Heavy no regresará a la Tierra, sino que planea adentrarse en el espacio más profundo hasta la órbita de Marte, albergando en su interior al Tesla y Starman para la colonización del Planeta Rojo.
