Los divorcios son un tema tabú para algunas marcas.
Ikea no es una de ellas.
En su nueva campaña, bajo el claim “Where life happens”, Ikea se centra en resaltar su presencia en el día a día de las personas.
Y es que aprender sobre el estilo de vida de sus consumidores es una máxima en la compañía. Por eso la agencia sueca Åkestam Holst ha querido dar un paso más para acercarse a la realidad de muchos hogares.
En el spot vemos cómo, gracias a Ikea, un hijo de padres divorciados puede tener en ambas casas la misma habitación, con los mismos muebles, los mismos juguetes y la misma decoración que no le hagan sentir la diferencia.