La campaña 'Test Drive' de Pepsi Max fue una de las más virales del año 2013 con más de 40 millones de visitas en YouTube.
Una broma con cámara oculta en la que un vendedor de coches sufre aterrorizado durante un viaje de prueba con el posible comprador, un piloto de carreras de Nascar.
Sin embargo, Travis Okuski, autor del blog de la web Jalopnik, descubrió que todo era un montaje y decidió publicarlo. Al parecer todos los protagonistas del spot eran actores e incluso se especuló con que el famoso piloto Jeff Gordon ni siquiera conducía el coche.
Ahora Pepsi ha decidido vengarse de Okuski preparándole una experiencia que difícilmente olvidará. Jeff Gordon ha vuelto a disfrazarse para interpretar a un taxista ex convicto que huye de la justicia mientras transporta a su cliente, Travis Okuski.
El spot nos muestra una persecución trepidante cargada de locura y a un aterrado Okuski suplicando que el falso taxista detenga el coche.
Al final se descubre el pastel y el propio protagonista admite que “esta experiencia sí que ha sido real al 100%”. Aunque por el momento mantiene sus declaraciones acerca de la falsedad de la primera campaña de Pepsi.
La agencia Davie Brown Entertainment / The Marketing Arm ha sido la encargada de realizar la campaña.
Parece que el marketing de guerrilla basado en asustar al público con experiencias poco agradables en los coches es mainstream.
Nivea llevó a cabo una acción de este tipo el año pasado en México. El “Stresstest”, como ellos mismos lo denominaron, consistía en poner a prueba los nervios de la gente pero en situaciones muy originales. El objetivo: promocionar su desodorante 'Nivea Stress Protect Deo'. Una divertida campaña que también puso en aprietos al público y que consiguió dar la vuelta al mundo.