La acción de Hollywood es un mundo dominado por hombres.
James Bond es un hombre. Indiana Jones es un hombre. Jason Bourne, Rocky, Neo, William Wallace... Y, ¡oh sorpresa! Los protagonistas de nuevas superproducciones como Jurassic World y Marte también lo son.
Pero ¿qué pasaría si los héroes del cine hubieran sido mujeres?
GoldieBox, compañía que se ha posicionado del lado del feminismo para enviar sus mensajes publicitarios, ha decidido lanzar una muñeca de acción que haga añicos el mito de que el héroe tiene que ser interpretado por un “atractivo y fornido” actor.
Y para dejar claro que su muñeca también puede enfrentarse a la arena de los gladiadores o lanzarse en paracaídas sin despeinarse, la compañía ha creado un vídeo en el que la muñeca Ruby Rails le quita el puesto a Mel Gibson, Daniel Craig y compañía.
Su objetivo es muy sencillo: demostrar a las mujeres y niñas del mundo que ellas también encajan en los papeles reservados a los héroes masculinos. Alentar el cambio es el objetivo, conseguirlo es la misión de esta heroína.
Heroínas al rescate
Cierto es que si buscamos nos encontramos con películas de acción en las que una mujer salva el mundo. Ejemplo de ello es la franquicia “Los Juegos del Hambre” de Jennifer Lawrence, el remake femenino de “Cazafantasmas” o “Los Ángeles de Charlie”.
Pero los datos que ha sacado a la luz GoldieBlox dejan la situación bien clara: Solo el 12% de los protagonistas de Hollywood son mujeres. Y si hablamos de mujeres de color el porcentaje se reduce hasta el 1%. Además el tiempo que los protagonistas masculinos aparecen en pantalla también es mayor. Parece que los números no están del lado del género femenino cuando se trata de cine de acción.
Algo de lo que ya se han quejado algunas de las mujeres de la alfrombra roja. Especialmente cuando se ven cobrando menos que sus compañeros de reparto varones. Precisamente Jennifer Lawrence ha sido una de las actrices que ha reivindicado el derecho a cobrar lo mismo.
Un problema social que trae consigo una larga batalla por delante. Pero, de momento, ¿por qué no afrontarlo desde el entretenimiento y la publicidad?
