Un niño-anuncio brasileño desata la polémica sobre explotación infantil

La Publicidad Exterior está prohibida en São Paulo desde el año 2007. La inmobiliaria Plano&Plano ha decidido saltarse la restricción con un niño-anuncio que, además, ha levantado la polémica por cuestiones de explotación infantil y discriminación racial.

Una fotografía de un niño-anuncio en São Paulo (Brasil) ha levantado la polémica por considerarse una “aberración” y una muestra de “discriminación social y racial”. El niño sostiene un cartel de la inmobiliaria Plano&Plano, escondiéndose tras él mientras se apoya en un árbol de Brooklin, un barrio de clase alta de São Paulo.

Así denunciaba la imagen el periodista brasileño César Hernándes en su perfil de Facebook:

 

Las críticas a la instantánea no tardaron en llegar, haciendo referencia a los abusos y prejuicios que ya se han hecho tan comunes en la sociedad brasileña. Y es que el racismo y la explotación infantil van muy de la mano de esta imagen.

 

 

Doble ración de polémica

Los hombres-anuncio han proliferado en São Paulo desde que en el año 2007 el Ayuntamiento aprobara la Ley Ciudad Limpia, según la cual se prohíbe todo tipo de publicidad exterior. Los hombres-letrero también están prohibidos por considerarse “propaganda externa que genera contaminación visual”. 

 

Por lo que esta imagen no sólo puede entenderse como una violación de los derechos infantiles, sino también como una ilegalidad por ir en contra de la ley que “vela” por el orden visual de São Paulo.

 

Desde que la Ley Ciudad Limpia entró en vigor se emitieron multas valoradas en unos ocho millones de dólares para “limpiar” la ciudad de la contaminación publicitaria. Una contaminación a la que los hombres-anuncio siguen contribuyendo, más allá de esta Ley.

 

Ilegalidades aparte, los hombres-anuncio cobran una media de 40 reales (unos 13 euros) por jornadas de ocho horas con el cartel colgado en el cuerpo por las calles de São Paulo. Una remuneración que también ha causado indignación social porque si multiplicamos los 5 días a la semana que trabajan por los 40 reales que ganan cada día, nos sale un salario final de 800 reales (unos 260 euros). 

 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que en enero de 2014 se aprobó la cantidad de 724 reales como salario mínimo a nivel nacional en Brasil. Para el caso concreto de São Paulo la cifra se eleva hasta los 810-820 reales. Por lo que el niño de esta fotografía estaría cobrando 20 reales (6,5 euros) menos que lo estipulado para el salario mínimo mensual. Lo denigrante es que el protagonista de esta polémica tenga que ser un niño.


Fuentes consultadas por Reason Why han declarado que es frecuente que los niños trabajen en Brasil y que una remuneración así está de sobra "bien pagada". Estas fuentes nos comentan que vivir en São Paulo no es demasiado caro y que el salario mínimo cubre los gastos básicos de alimentación, "sin demasiados lujos". En lo único que los brasileños tienen que hacer un esfuerzo mayor es en el transporte, que es "tercermundista y caro", pero lo necesitan para su día a día porque en esta ciudad la distancia de casa al trabajo puede ser de hasta 2 horas y con grandes atascos.


Por cierto, estas son las casas que anuncia el niño...


 

 

Los hombres-anuncio quieren seguir trabajando

Desde que São Paulo aprobó la Ley Ciudad Limpia muchos hombres-letrero se han manifestado en contra de la medida por temor a perder sus puestos de trabajo y su medio principal de sustento. Aún así, y como demuestra la imagen de César Hernandes, aún se ven hombres-cartel por las calles la ciudad.

 

Y es que este trabajo suele ser tachado de denigrante en muchas ciudades del mundo. Pero los propios trabajadores que recorren las calles con el cartel colgado de su cuerpo no lo ven de la misma forma.


hombre-anuncio-Madrid

 

En la ciudad de Madrid el por aquel entonces Alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quiso prohibir en el año 2008 la actividad de los hombres-anuncio por las calles de la ciudad. Su decisión levantó tal polémica que, a finales de ese año, anunció que retiraba la prohibición.

 

Desde el sector de los hombres-anuncio se produjeron sonadas protestas contra esta decisión y algunos profesionales, como los hombres-anuncio digitales, indicaron que podrían perder hasta 200.000 euros por los contratos que ya tenían firmados hasta ese momento.


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