Con los puentes de Paris gimiendo bajo el peso de unos 700.000 candados garabateados con los nombres de miles de parejas, un grupo de activistas ha decidido que es hora de poner fin a la locura de los candados del amor.
La campaña No Love Locks incluye una petición, que ya lleva recogidas casi 2.000 firmas, para que se dejen de colgar candados en puntos históricos de Paris.
Todo viene de la idea de atar el candado a un puente, o espacio similar, con los nombres de una pareja escritos sobre él para, después de engancharlo, tirar la llave al Sena. Se dice que, de esta forma, ese amor será inquebrantable. Pero con unos 700.000 candados colgando por la capital francesa, el peso podría estar poniendo en peligro la integridad arquitectónica de Paris.
Y es que en un principio los candados se ataban en el Pont des Arts y el Pont de l’Archevêché, pero ahora podemos encontrarlos casi en cualquier puente de Paris que cruce el Sena. La locura de los candados en la Ciudad de la Luz es tal que incluso en Google Maps encontramos que el Pont de l’Archevêché se llama “Lovelock bridge” (el puente de los candados del amor).
“Está fuera de todo control”, asegura Lisa Anselmo, co-fundadora de la campaña No Love Locks junto a Lisa Taylor. “La gente escala farolas para colgar candados, se cuelgan de los puentes para engancharlos al otro lado de la barandilla, arriesgando sus vidas. Es una especie de manía, ya no tiene que ver con el amor. Es más para decir “Yo lo hice”.
La reacción de muchos a la campaña ha sido de sorpresa, indiferencia o enfado: “Hemos recibido algunos emails de odio llamándonos anticuadas”, dice Anselmo. Pero otros han reaccionado manifestando su apoyo y alegando una degradación pública de la ciudad causada por los candados.
Desde la página oficial de Paris apoyan la campaña con entusiasmo proponiendo incluso a los turistas que envíen un “candado digital” en lugar del real. “Si la tradición sigue ganando popularidad y causa demasiado daño a los monumentos de la ciudad, habrá que tomar cartas sobre el asunto y poner solución al problema”.
Lisa Anselmo dice que la campaña No Love Locks debería evitar que la gente colgara más candados si aman realmente Paris. “Respetamos y comprendemos el significado simbólico. Antes pensábamos que se trataba de una idea encantadora. Pero nos hemos dado cuenta de que hay que amar Paris un poco más de lo que está haciendo ahora. Si todo esto va realmente de amor, pensemos en la marca que estamos dejando sobre la ciudad y el daño que estamos haciendo a los parisinos”.