Los emojis se han convertido en un recurso más de nuestro lenguaje cotidiano. La representación de imágenes, sensaciones y gestos que logran a partir de un simple icono, permitiría pensar que este código, creado por primera vez en 1995 por el japonés Shigetaka Kurita, podría trascender los idiomas.

Sin embargo, considerar a los emojis como un lenguaje universal es aún prematuro. En Estados Unidos, por ejemplo, estos caracteres, aparentemente inofensivos, han empezado a aparecer cada vez más en causas judiciales, en las que los magistrados encuentran dificultades al intentar definir su validez e interpretación.

Según un artículo publicado por la CNN, el número de casos que reportan el uso de emojis en el país norteamericano ha aumentado de 33 en 2017 a 53 en 2018, mientras que, en lo que va de este año, ya se registran 50 casos. Acoso sexual, crímenes y denuncias en el ámbito laboral, describen a la mayoría de las demandas en las que los emojis son citados como evidencia.

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“Con la proliferación de la nueva tecnología, existe un período de adaptación para todos, incluidos los jueces. A medida que estén más familiarizados y cómodos con los emojis, encontrarán la mejor forma de adaptarlos a los principios de las leyes existentes”, comenta Eric Goldman, profesor de Derecho de la Universidad de Santa Clara en el mismo artículo.

Nuevos emojis para 2019

Emojipedia, la principal enciclopedia de emojis, determina que hoy existen 2.823 emojis diseñados en el lenguaje Unicode Standard. Actualizados a la velocidad de la cultura, a principios de 2019 la organización sin ánimos de lucro Unicode Consortium había anunciado la incorporación gradual de 230 nuevos emojis para la segunda mitad del año.

Este inminente estreno, contempla entre sus novedades una serie de emojis que apuntan a ofrecer mayor inclusión, racial y de género, así como de personas con discapacidades, esto último a través de emojis de audífonos, sillas de ruedas, y prótesis para piernas y brazos.

Entra las grandes novedades de este año también se encuentra el emoji para la menstruación, solicitado por la ONG de mujeres Plan International UK y que será representado con una gota de sangre.

Pese al esfuerzo de sus creadores por crear emojis lo más representativos y concretos posible, lo cierto es que las imágenes y los signos, así como los gestos, pueden tener diferentes significados en distintas comunidades y culturas.

El pulgar hacia arriba que para el mundo occidental suele ser símbolo de “ok”, en Oriente Próximo ha sido considerado ofensivo y vulgar, al igual que ocurre con la cara sonriente, que en China es leída con un tono de sarcasmo.

Tal es así que, entre los nuevos emojis, ya hay uno que ha generado polémica en las redes sociales por sus múltiples interpretaciones. Se trata de una mano que con los dedos marca un medida como de algo “pequeño”.

Para Unicode, se trata de una mano pellizcando a alguien, por lo que podría expresar molestia o enojo hacia una persona, aunque también podría marcar una cantidad escasa de algo. No obstante, muchos ya lo han comenzado a asociar con cuestiones de masculinidad, mientras que en Argentina otros lo podrían entender como el gesto con el que se pide un café pequeño.

Más allá del significado real de un emoji o del uso que se haga de él, la práctica demuestra que, pese a su aparente interpretación universal, siempre es necesario comprender la diversidad cultural en la que está inmerso su uso.