El debate sobre los chips en humanos ya está aquí

  • Empresas de Reino Unido y Suecia ya los están implantando en particulares y compañías
  • La tecnología intenta hacerse un hueco en plena era de la defensa de la privacidad
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La alarma ha saltado en Reino Unido ante la posibilidad de que algunas empresas estén implantando microchips en la piel de sus empleados.

El CBI, principal sindicato de trabajadores de Gran Bretaña, se ha puesto en contra de BioTeq, firma británica que ofrece estos implantes a compañías y particulares y que ya ha instalado 150 microchips en Reino Unido.

¿Tecnología para controlar?

Los microchips, que se implantan en la piel entre el pulgar y el índice, son similares a los de las mascotas. Permiten que la persona que lo lleva pueda abrir la puerta de su casa, acceder a la oficina o arrancar el coche con un simple movimiento de  mano. También se pueden almacenar datos médicos en estos implantes.

Permiten que la persona que lo lleva pueda abrir la puerta de su casa o acceder a la oficina

A nivel europeo, Reino Unido no es el único lugar en el que el debate sobre los chips en humanos ha saltado a la primera línea de conversación. En Suecia tenemos otra compañía, Biohax, que proporciona implantes de chips del tamaño de un grano de arroz.

Desde el CBI aseguran: “Si bien la tecnología está cambiando la forma en la que trabajamos, las empresas deberían centrarse en prioridades más inmediatas y en comprometer a sus empleados”.

Y es que la principal preocupación ronda en torno a la idea de que los empleados puedan ser obligados a colocarse uno de estos microchips, renunciando así a su derecho a la privacidad.

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Por su parte, desde BioTeq, en Reino Unido, aseguran que la mayoría de los 150 implantes que ya han colocado han sido para particulares. Solo algunas empresas financieras y de ingeniería han implantado chips en sus empleados. En general, se han enviado microchips a países como España, Francia, Alemania, Japón y China.

El implante de microchips en humanos, una realidad cercana

Este tipo de microchips cuestan entre 70 y 260 libras por persona y se posicionan como una solución de seguridad para firmas financieras y legales, que pueden tener documentos confidenciales. Con los implantes de chips se podrían establecer restricciones más estrictas de acceso.

Las grandes consultoras, como KPMG, todavía no han hecho uso de estos chips en humanos

También se ofrecen microchips como solución para la entrada y salida de empleados en oficinas con gran volumen de personal, de forma que no requieran de un pase de identificación físico.

Sin embargo, firmas como KPMG, una de las cuatro grandes consultoras del mundo, ya han dicho que no planean implantar microchips a sus empleados y "bajo ninguna circunstancia consideraría hacerlo”. Desde EY y PwC tampoco considerarían los microchips para sus empleados.

Mientras que la realidad o ficción de los chips en humanos se resuelve, empresas como Biohax (Suecia) empiezan a expandirse. Ésta en concreto tiene planes de abrir una oficina en Londres y afirma que 4.000 personas ya se han colocado sus microchips, principalmente en Suecia. Y tiene proyectos, por ejemplo, con la empresa ferroviaria estatal Statens Järnvägar, para permitir que sus pasajeros viajen a través de implantes de chips en lugar de billetes de tren.