La popularidad que están ganando los sistemas de pago móviles en los pequeños y medianos negocios se debe, en gran parte, a los beneficios que conlleva su uso, tanto para los consumidores como para los vendedores. Entre estas ventajas se encuentran los ahorros de costes, la oportunidad de adaptarse a los consumidores y la facilidad para diseñar estrategias promocionales como ofertas y descuentos.
Dada esta situación se espera que este tipo de sistemas sigan creciendo de manera exponencial en los próximos años y que comiencen a incorporar medidas como la confirmación biométrica para las transacciones.
Apple Pay, Samsung Pay y Google Wallet son los sistemas más utilizados
Este tipo de pagos son realizados mediante aplicaciones móviles como Apple Pay, Samsung Pay o Google Wallet y funcionan mediante la interacción de un smartphone con el terminal de pagos de los vendedores. Debido a su naturaleza, que evita el contacto físico, su uso durante la pandemia del coronavirus se ha extendido globalmente, tomándose en la mayoría de los casos como medida preventiva para frenar los contagios.
Según los datos de la compañía financiera Buyshares, un 23% de la población global utilizará los pagos móviles para 2024. Este número de usuarios representa un crecimiento del 49,57% respecto la cifra anteriormente registrada en este año 2020, estimada en 1.170 millones de personas.
El estudio también incluye el valor total de las transacciones realizadas a través de estos métodos entre 2020 y 2024. Tras ajustar las ganancias al impacto de la pandemia del coronavirus, la cifra asciende a 1.470 millones de dólares en este año. Para 2024 se espera que la cifra alcance los 4.140 millones de dólares.
Los datos del estudio también comparan los países a la cabeza de este tipo de pagos. Así, China ocuparía el primer puesto con un valor de 755,5 millones de dólares a fecha de junio de 2020. Estados Unidos, siguiente en el ranking, alcanza la mitad del valor que su competidor con 357,5 millones. Después le siguen Reino Unido, Brasil y Corea del Sur con cifras muy por debajo. En total, el top de países habrían conseguido amasar transacciones por valor de 1.190 millones de dólares.
Las expectativas para su crecimiento están ligadas al hecho de que grandes economías mundiales como China están realizando potentes inversiones en e-commerce, apoyadas por el gobierno. Otro de los factores que, sin duda, impulsará su crecimiento es que la mayoría de los países asiáticos se han planteado como objetivo la digitalización y construcción de una economía sin dinero en efectivo en el medio plazo.
Según la opinión de los expertos de la industria, otro de los factores determinantes para su expansión será la bajada de precio de los terminales de pago, de manera que serán más atractivos para pequeños negocios y se expandirán por todo el mundo. Sin embargo, a corto plazo esta situación se puede ver frenada por el coste de mantenimiento que puede suponer para las economías emergentes.