El cambio será en favor del planeta o no será

  • Hemos participado en #Change4Good, una conferencia sobre el poder de las marcas hacia un mundo más sostenible
  • Logic Design, Companies for Good y Airbnb se posicionan a favor de un modelo productivo respetuoso con el medio ambiente
produccion sostenible

El cambio hacia un modelo de producción más sostenible en las empresas tiene que ocurrir. No es debatible. La clave está en hacerlo de inmediato y no esperar a que el margen de maniobra sea menor.

De esta premisa ha partido la conferencia colaborativa #Change4Good, una iniciativa impulsada por la comunidad de innovadores y consultores de marca y estrategia Logic Design con la participación de Airbnb y Companies for Good y el media partner de Reason Why.
Con mentalidad de cambio nos hemos ido a Barcelona….

El cambio es inevitable

Por mucho que suene a tópico manido, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades (los países desarrollados) sin tener en cuenta que no hay planeta B. Llegados a este punto, lo que nos queda es reflexionar sobre qué pueden hacer las compañías para que podamos vivir en un mundo mejor.

Hay que transformar el concepto de riqueza en aportaciones a la sociedad

En este sentido Bernat Saiz, Strategy Planner de Logic Design, ha invitado a las marcas a dejar atrás el concepto tradicional de riqueza, entendido como la idea de producir y vender a costa de todo y buscando únicamente el beneficio económico, para adoptar en su lugar una nueva filosofía empresarial orientada a hacer aportaciones a la sociedad buscando el beneficio de todos. Caminar hacia un win-win porque “de nada sirve seguir contando dinero si no podemos respirar”, ha hiperbolizado.

En este nuevo contexto surgen retos y dificultades que, en su opinión, exigen “decisiones valientes” y, en la de Albert Freixa, Country Manager y Co-Founder de Companies For Good, deben recaer siempre sobre las personas. “En las grandes compañías y en los gobiernos con poder de decisión sobre el futuro del planeta hay personas que toman decisiones y son precisamente ellos quienes deben impulsar el cambio desde dentro”.

La compañía que dirige ayuda exactamente a eso: a provocar el cambio de conciencia en las personas para invitar a la acción con un impacto real. Una de esas empresas con las que ha trabajado Companies for Good es Airbnb. “Creo que todas las compañías deberían ser sociales. No pueden no serlo”, ha asegurado la Social Impact Experiences Manager Southern Europe de la plataforma de alquiler de viviendas, Eva Roig, a preguntas de Reason Why. De hecho, ha defendido que ése es el caso de Airbnb y que por eso había tenido que rebuscar en la hemeroteca interna para encontrar acciones con impacto positivo para la sociedad antes de acudir a la conferencia en un Passeig de Gràcia generosamente iluminado en Navidad. No porque no las hayan puesto en marcha, sino porque no necesariamente las comunican a todo volumen como otras compañías que, con mentalidad de green washing, se esfuerzan más por comunicar lo positivo que por erradicar lo negativo.

El poder de decisión del consumidor

Aunque las marcas tienen mucho que hacer en este cambio de paradigma hacia la sostenibilidad, lo que se ha hablado en #Change4Good es que el consumidor también posee un gran poder transformador mediante la toma de decisiones. Se trata de comprar lo estrictamente necesario (sobre todo en ciertas industrias como la de la moda), y de exigir lo mejor o menos perjudicial.

Los consumidores deben tomar decisiones basadas en principios sostenibles

“Cuando los consumidores empiecen a tomar decisiones en base a principios de sostenibilidad, comenzarán a cambiar cosas”, ha opinado Eva Roig al tiempo que ha apostado por aprobar medidas impositivas para endurecer los impuestos al plástico. “No pintéis vuestro packaging de verde porque el color verde no es sostenible”, ha invitado también con cierta sorna Bernat Saiz a los directores de marketing mientras les pedía que comiencen 2020 con una actitud positiva hacia el cambio y escuchen la opinión de los expertos. A los consumidores Bernat les ha recordado que no olviden el sentido de pertenencia a un colectivo porque, ha apuntado, “son las decisiones agregadas las que pintan el transcurso de la sociedad”.

“Sin conciencia social no pasaremos a la acción y no generaremos este cambio de paradigma”, ha recogido el testigo Albert Freixa. Eva Roig le seguía asegurando que “una vez asumido que nuestro estilo de vida es insostenible, podremos implementar cambios”, aunque deben ser cambios paulatinos porque “la gente no está dispuesta a renunciar a privilegios”.

La capacidad transformadora de la tecnología

Siendo conscientes de que necesitamos cambiar nuestra manera de vivir, el debate ha derivado hacia la tecnología como motor de esa transformación tanto por la vía de aportar nuevas soluciones como por la de llevar a la práctica las que ya han sido desarrolladas.

Por medio de la tecnología, se podrá empezar a hablar del balance social además del económico en las empresas tal y como ha sugerido Albert. Le han apoyado desde Airbnb asegurando que las empresas que no miran más allá del beneficio económico “van tarde y mal. Los fondos de inversión ya están yendo hacia las compañías sostenibles”. Un contexto en el que cobran fuerza conceptos como la economía circular y la colaborativa, en la base precisamente del core business de Airbnb: Se trata de lograr un mejor aprovechamiento de los recursos.

Y si el consumidor debe adoptar gestos como el de dejar de usar el coche, los gobiernos tendrán que cambiar de socios para “huir de los parches y buscar soluciones escalables y a largo plazo” según la opinión del Strategy Planner de Logic Design. Todo hasta darse cuenta de que reducir la contaminación de una manera activa, y no reactiva, aumenta los beneficios y mejora el proceso productivo.

Ser responsable con el medio ambiente genera beneficios.

Fuera de foco, el Country Manager de Companies For Good nos ha confesado que su cambio de mentalidad personal comenzó después de haber trabajado en grandes compañías motivadas por la producción en masa. Reconociendo que existe un conflicto de intereses difícil de sortear entre quienes venden y quienes compran, ha recordado que también se puede crear un impacto positivo a partir de la venta de productos. Al hilo, ha mencionado el caso concreto una marca de agua que, con la comercialización de sus botellas, destina fondos a la construcción de pozos en África.

Mientras en Madrid la Cumbre Mundial del Clima COP25 va llegando a su fin y la activista contra el cambio climático, Greta Thunberg, vuelve a su Suecia natal gestionando el haber sido elegida Persona del Año con solo 16 años, nosotros regresamos a la capital pensando en la idea que el CEO de Logic Design, Daniel Muñoz, deslizaba en #Change4Good: “Todos somos gestores de una marca global llamada Tierra. Está en nuestra mano ser parte del cambio”.

¡Hagámoslo posible!