El debate en torno a la campaña de Roxy evidencia el complejo enfoque de la diversidad en publicidad

  • La campaña de la marca ha despertado opiniones sobre la obesidad y la representación de tipologías corporales
  • Los usuarios aplauden la apuesta por la diversidad, mientras que otros critican el “postureo” para vender
Campaña Roxy debate diversidad en publicidad

Desde hace aproximadamente un mes la firma de moda Roxy ha estado promocionando su nueva línea de bañadores y trajes de baño para mujeres. Para ello ha desarrollado un conjunto de piezas en marcado tono vitalista que muestran un amplio abanico de cuerpos, puesto que su objetivo es invitar a todas las consumidoras a disfrutar del verano. Sin embargo, su rotunda apuesta por la diversidad corporal ha desembocado en nuestro país en un profundo debate sobre la obesidad, el movimiento body positive y la salud

El inicio de la conversación vino de la mano de la presentadora Adriana Abenia, quien compartía una de las imágenes de la campaña de la marca a través de Instagram con un mensaje en el que cuestionaba si Roxy estaba haciendo apología de la obesidad.Soy la primera que defiende la diversidad de cuerpos en la mujer, una mujer puede ser preciosa y verse bonita tenga una S o una XL. Pero, sinceramente, defender y hacer apología de enfermedades como la obesidad me parece peligroso", comentaba. “Estar obeso no es sano y no debería ser objeto de una campaña publicitaria, al igual que estar en los huesos (…) Por supuesto que las personas que sufren esta enfermedad tienen derecho a vestirse, pero no sirva como ejemplo estético para otras mujeres, da lugar a equívocos", opinaba. 

El argumento de que ser obeso o tener sobrepeso es un signo de no estar sano es lo que estructuraba la crítica de Abenia, unos comentarios que matizó unas horas más tarde con un video a través de Instagram. En él aplaudía que la horquilla de tallas se haya ensanchado y señalaba el doble rasero que se está aplicando a las nuevas representaciones. “Hemos criticado hasta la saciedad los cuerpos famélicos que aparecían en las revistas. Ahora resulta que no se puede cuestionar si el modelo contrario es insano”. 

La principal reacción de los usuarios de las redes sociales fue tildar los comentarios de la presentadora de “gordófobos”, es decir, de contener rechazo hacia las personas que no están delgadas. La modelo que Abenia criticaba en sus comentarios es Malia Kaleopaa, una surfista profesional que cuenta con su propia escuela de surf, es madre y practica el deporte regularmente. Un ejemplo que ha servido a una importante sección de los usuarios para argumentar que ser una persona con sobrepeso no implica tener problemas de salud. 

Activistas del movimiento body positive se han sumado al debate compartiendo su experiencia y haciendo trascender la conversación al apuntar a las consecuencias que conlleva la estigmatización de determinadas tipologías corporales. El escrutinio sobre las personas no delgadas puede traducirse en obsesión con el peso, conflictos de autoestima, dietas agresivas o trastornos de conducta alimentaria. Factores que, en última estancia, pueden desencadenar en problemas de salud mental e, incluso, en el suicidio. 

Con todo, no han faltado los usuarios que han defendido algunos aspectos de los comentarios de la presentadora sobre la campaña de Roxy y han denunciado las imposiciones de lo que denominan la “dictadura de lo políticamente correcto”. Aseguran que creatividades como las de la marca normalizan la obesidad y promueven una “igualdad impuesta”. 

Junto al debate sanitario en torno a la campaña, también surge el de la representación y la visibilidad de la diversidad en publicidad. Muchas de las personas que han compartido su opinión durante estos días aseguran no tener un cuerpo normativo y, por tanto, se han sentido interpelados por las palabras de Abenia. “Las personas gordas podemos existir, pero salir en publicidad sonriendo es un privilegio que no está dispuesta a concedernos”, señaló este usuario. 

En este sentido, muchos usuarios han aplaudido la campaña de Roxy y su apuesta por mostrar su nueva línea de bañadores en diferentes cuerpos.Lo veo como una marca que tiene mercado para todas las tallas y gustos, y a la vez tolerante con la visibilidad de todo tipo de mujeres”, comentaba esta usuaria. 

Sin embargo, algunas personas han denunciado el “postureo” de Roxy al incluir todo tipo de modelos en su anuncio, asegurando que la marca forma parte de una industria, la de la moda, que durante años ha cosificado a la mujer y que solo empatiza con ella para vender. "Las empresas no se preocupan por nuestro bienestar físico ni la aceptación del cuerpo. Se preocupan por "conectar" con la clientela y así vender". 

La campaña de Roxy ha vuelto a poner sobre la mesa el complejo enfoque de la diversidad en publicidad, un asunto que profesionales de la industria abordaron recientemente en un streaming organizado por Reason.Why. En él, creativas publicitarias coincidían en que, si bien la diversidad es necesaria, el sector todavía necesita trabajarla en profundidad. “Me parece que simplemente nos quedamos en la superficie. No somos solo cuerpos diversos, el tema es más profundo. Ya llevamos viendo diversidad de este tipo durante mucho tiempo, pero no se está poniendo el foco en lo realmente importante. Va más allá de usar un modelo en silla de ruedas, otro curvy, representar muchas razas… ¡Eso es lo mínimo!”, aseguraba Marta Llucià, Founder de Martians. 

Las creativas apuntaban también que la diversidad es ya una necesidad de mercado, lo que demandan los consumidores. Sin embargo, ponían el foco en el peligro de perderse que corren las marcas si son incapaces de representar a sus consumidores y les ofrecen mensajes prefabricados que terminan causando rechazo pese a la voluntad de cambio que traen asociada. “Es algo higiénico mostrar diversidad. Mucho más que un propósito”, sentenciaba Eva Santos (Delirio & Twain). 

Las marcas han dado la vuelta a sus planteamientos. Particularmente, las de moda habían planteado durante años ejemplos extraterrestres, que tenían un acento aspiracional de los 90. Ahora tenemos la fortuna de ver diversidad de todo tipo.", comentaba Mónica Moro, Presidenta del Club de Creativos. "Esto no se va a quedar en un momento de sacudida o de corrección. De hecho, ninguna marca de belleza va a sacrificar a sus modelos. Hay hueco para todos, pero coincidiremos en que anunciar cremas antiarrugas con veinteañeros era poco real”.