Google ha anunciado que contratará a más personal para resolver la crisis que está teniendo con los anunciantes en Reino Unido. El objetivo del gigante de Internet es poder controlar mejor sus plataformas y evitar que los anuncios aparezcan junto a contenido ofensivo o polémico.
Y es que, tras la estampida de anunciantes de YouTube, Google empezó a investigar el caso, pidió disculpas y ahora busca ofrecer a las marcas un mayor control de su publicidad. Para ello, contratará a más empleados que puedan monitorizar de manera más rigurosa las 400 horas de vídeo que se suben a YouTube cada minuto.
Es decir, Google quiere llegar con el trabajo humano allí donde están fallándole los algoritmos de la publicidad programática. “Creemos que esta combinación fortalecerá nuestra capacidad para ayudar a los anunciantes a llegar mejor a su audiencia”, ha asegurado Philipp Schindler, Chief Business Officer de Google.
A la contratación de nuevo personal se sumará el desarrollo de nuevas herramientas basadas en Inteligencia Artificial, con las que Google espera mejorar su capacidad para revisar el contenido cuestionable que aparece junto a los anuncios.