La personalización del packaging podría beneficiar a las empresas de e-commerce

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La customización de los envases no sólo puede ahorrar costes a largo plazo. También representa una oportunidad para generar una experiencia positiva en el consumidor. A esta conclusión ha llegado Shorr Packaging Corp tras su último estudio. Y es que esa misma investigación revela que las personas se forman las primeras impresiones de una marca en tan sólo 100 milisegundos. De ahí la importancia del packaging como estrategia de marketing a tener en cuenta.

Por tanto, el embalaje es la primera toma de contacto físico que una empresa de e-commerce tendrá con sus consumidores. Y la impresión que el cliente obtenga de este contacto determinará la percepción posterior del producto. Pero pese a ser conscientes de su importancia, el dato que ofrece este estudio, es preocupante. Sólo el 11% de los clientes globales está completamente satisfecho con el envasado.

Por otro lado, los vídeos “unboxing”, en los que un cliente se graba abriendo un paquete que ha recibido, suponen una mayor exposición del embalaje al resto de posibles consumidores. Y es que estas piezas han aumentado su presencia en canales como YouTube en un 27%. De hecho, a lo largo de 2013, se subieron secuencias de este tipo por valor de 6,5 años a la famosa plataforma de vídeos.

Un dato revelador si se tiene en cuenta que los estadounidenses comparten una mala experiencia con una media de 16 personas, el doble de personas que en el caso de una positiva. Además, en el 89% de los casos, una mala impresión puede provocar que un cliente insatisfecho compre a la competencia. Serían necesarias 12 vivencias positivas para compensar una mala experiencia.

El crecimiento del volumen de envíos

Las compras online están aumentando y, por tanto, también lo está haciendo el volumen de paquetes que se envían y las nuevas normas de precios parecen potenciar este crecimiento. De hecho, UPS entrega una media de 16,9 millones de paquetes al día habiendo aumentado esta cifra en un 11% respecto al año anterior.

Ante el reciente cambio de precios en función del peso dimensional, adaptar el tamaño y el nivel de embalaje que garantiza la seguridad del producto puede suponer un ahorro en los costes de envío.

Sin embargo, las empresas deberán sopesar estos beneficios con los costes que supondría la personalización del packaging. Actualmente, dicho coste abarca un amplio abanico de opciones. Desde los tres céntimos que cuesta una bolsa de plástico hasta los más de 30 dólares que se pueden gastar en una caja de envío personalizada.