El término bitcoin cada vez nos resulta más familiar. La moneda virtual con la que se puede pagar en todo el mundo está empezando a pegar fuerte. Empresas como eBay o Destinia ya ofrecen esta forma de pago en sus plataformas online.
Sin embargo, el bitcoin aún es sinónimo de cierta controversia y desconfianza. Y, aunque cada vez suma más admiradores, también gana detractores.
El último, el gobierno de Rusia. El país que preside Vladimir Putin ha decidido prohibir el uso del bitcoin. Las razones que han dado han sido el riesgo de blanqueo de dinero que conlleva la moneda virtual y su posible uso ilegal para financiación terrorista. El banco central ruso también ha acusado al bitcoin de ser un valor especulativo y ha alertado del alto riesgo de pérdida de valor que conlleva.
“Los sistemas de pagos anónimos y monedas en red - como el bitcoin - no pueden ser usados por personas ni entidades legales" ha señalado la Oficina del Fiscal General de Rusia. Y recuerda que la legislación rusa sólo acepta el rublo como única moneda oficial, por lo que cualquier otra sería considerada ilegal.
El partido político de Putin ha presentado en el Parlamento ruso un proyecto de ley para limitar el uso de los sistemas de pago electrónicos, entre los que se incluiría el bitcoin.
Rusia no es el único país que mira con recelo la moneda virtual. En China está prohibido el uso de bitcoin en entidades financieras. Y en EEUU las autoridades están tomando medidas contra la actividad ilegal generada por el uso de esta moneda virtual.
En la otra mano se encuentra Canadá, el primer país del mundo en tener un cajero automático de bitcoin. Aunque esta forma de pago aún no está reconocida como dinero de curso legal.