A finales de 2014 Snapchat comenzó a incluir publicidad en su aplicación. Y desde entonces el servicio de mensajería está decidido a monetizar al máximo sus servicios.
Tanto es así que la app ha intensificado recientemente las barreras de entrada de los anunciantes, a quienes reclama tasas de 750.000 dólares al día en concepto de Publicidad.
Con estas abultadas tarifas, la aplicación toma el pulso a aquellas marcas que ven en esta plataforma el medio para conectar con su target adolescente y que ya supera a gigantes publicitarios como YouTube, que cobra alrededor de 500.000 dólares por 24 horas de anuncios.
Snapchat, por su parte, se defiende y alega que el precio está fijado en relación a la dificultad que supone llegar a un segmento de población tan "inalcanzable".
Los estudios Universal Pictures fueron los pioneros en anunciarse en la aplicación con su película Ouija. El éxito que la inserción generó para esta industria les llevó a repetir con la cinta Dos tontos todavía más tontos. No cabe duda, por lo tanto, de que las cifras de audiencia son el principal aliciente para la promoción de otras marcas.
Y Snapchat lo sabe. Por eso ha establecido rondas de contacto con algunos anunciantes a los que ha instado a comprar espacios publicitarios a tenor del impacto que estos anuncios podrían generar en los 100 millones de usuarios mensuales con los que cuenta esta red.
Sin embargo, las previsiones de impacto no son garante suficiente para algunas marcas que consideran excesivo este desembolso por anuncios tan fugaces.