Así es el proceso creativo de una tipografía

Steve Matteson ha diseñado algunas de las tipografías más usadas del mundo. También ha creado las versiones corporativas de Times New Roman, Arial y Courier para Microsoft o tipografías menos clásicas de las que se siente menos orgulloso, como es el caso de Curlz.

“A veces tienes que hacer trabajos de los que no te sientes orgulloso”, asegura Steve en una entrevista concedida a FastCo Design. “Por eso lo llamamos trabajo y no diversión”.

El interés de Matteson por las palabras le viene desde adolescente, cuando se enamoró de la impresión masiva, de los libros raros y del arte de la caligrafía. Sin embargo, su inspiración no le ha impedido crear algunas de las tipografías más duraderas de la era digital. Además, está contribuyendo a la actual revolución de la tipografía con el diseño de fuentes para los principales fabricantes de tabletas y libros electrónicos.

Una fuente suele comenzar con un adjetivo
Sobre sus procesos creativos, Matteson asegura que el briefing siempre se basa en adjetivos a partir de los cuales él empieza a diseñar. “Amigable, femenina, masculina” suelen ser atributos que marcan la pautas de diseño y ayudan a darle personalidad a una tipografía.

Una vez que se tiene claro el adjetivo, “los diseñadores de tipografías solemos empezar a dibujar las letras ‘H’, ‘O’ y ‘V’ en mayúscula y ’n’, ‘o’ y ‘d’ en minúscula”. Y es que estas letras pueden ayudar a darle forma al resto del abecedario.

En cuanto a lo que está por venir en diseño tipográfico, Matteson asegura que “hay pocas tipografías diseñadas teniendo en cuenta que el producto final va a ser digital”. Por eso es necesario diseñar fuentes que se lean cómodamente en dispositivos digitales, peque ahí es donde se encuentra el target.