Adobe hace realidad las ideas de sus empleados a través de una caja

Adobe se ha sumergido de lleno en el Brainstorming con su Kickbox. Se trata de una caja misteriosa que promete convertirse en el cofre de las grandes ideas. Ya lo advierte el rótulo “tirar en caso de idea”, la inspiración es más que bienvenida.

Así lo confirma además el resto de materiales que esta caja alberga en su interior y con los que Adobe aspira a despertar el ingenio de sus empleados.

Para ello, el kit se compone de un boli Bic, un taco de Post-it, un temporizador, un cuaderno pequeño de malas ideas, un bloc de notas más grande, una tarjeta regalo de de Starbucks y una chocolatina.

Esas son las piezas de este juego, a priori, simple. La sorpresa viene después. En el fondo de la caja los usuarios podrán encontrar una tarjeta bancaria con 1.000 dólares que los empleados podrán gastar sin necesidad de justificarlo.

Un extra de motivación para los más capacitados

La firma apuesta por ponérselo fácil a los trabajadores más creativos. Con esta premisa, Adobe quiere eliminar las barreras que frenan su desarrollo y permitirles crear sin jerarquías ni condicionamientos. Y es que la firma de software nunca sabe dónde puede estar su próximo programa de éxito…

Y la caja parece que funciona. De momento 1.000 empleados han utilizado este sistema, que es de libre acceso para todos, y 23 ideas han sido calificadas por la alta dirección.

Es la manera de que los propios empleados se conviertan en “directores generales de su idea” y gestionen los recursos para llevarla a la práctica. Esta idea de involucrar a las plantillas en el proceso de creación es la que defiende Mark Randall, vicepresidente de Creatividad de Adobe.

Una idea en seis niveles

Para estimular el ingenio, la empresa ha dividido el proceso en seis pasos que van desde el germen de la idea hasta el desarrollo de los planes de negocio.

Un itinerario en el que se concentran muchos empleados, pero del que aún no ha nacido ningún lanzamiento.

No obstante, todo es cuestión de tiempo. Adobe confía en el estímulo que este proyecto provoca en los empleados, más allá de la inversión que supone para la firma.

Además, si hace números, “sólo necesita desarrollar una idea” para que el resto del programa sea rentable.