Madrid dice adiós a las cafeterías Nebraska. Su decoración vintage, los techos geométricos, los sofás rojos y las lámparas de cristal ahumado eran los sellos de identidad de unos establecimientos que han tenido que echar el cierre.
Las cafeterías Nebraska se encontraban en Gran Vía, Goya, Alcalá y otras dos en Bravo Murillo. Los locales fueron emblemáticos y los primeros en traer un poco de color y modernidad al Madrid de los años 50.
Servían platos combinados, pizzas, hamburguesas, tostas, ensaladas, pasta, pescados y carnes dentro. Y tenían mucha fama sus perritos calientes, por sustituir el kétchup por tomate natural triturado y mezclar mostaza con mayonesa.
Pero varios años en pérdidas han podido con Nebraska. Corpfin Capital Prime Retail, empresa dedicada al sector inmobiliario, ha adquirido el grupo por 4,6 millones de euros. La sociedad se reunirá con el comité de empresa para negociar las indemnizaciones de los 92 trabajadores que se han quedado en la calle.
Los nuevos dueños alquilarán los locales de Nebraska después de reformarlos. “Invertimos en las mejores zonas, arreglamos o rehabilitamos el espacio y los alquilamos. Los locales de Nebraska podrían ser cualquier cosa: desde un comercio de moda a otro local de restauración”, informan desde Corpfin.