Tal y como os veníamos informando en el día de ayer en Reason Why, Quiksilver podría declarar su empresa en bancarrota en cualquier momento.
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Y ese momento ha llegado. Hoy, 9 de septiembre, Quiksilver se ha declarado oficialmente en quiebra.
Según datos emitidos oficialmente por la compañía, la declaración responde a la necesidad de ampararse en el Capítulo 11 de la ley de Quiebra estadounidense, decisión que ha sido apoyada por el 73% de los titulares. En palabras de Pierre Agnes, actual Presidente de la multinacional, “después de considerarlo cuidadosamente, hemos tomado este difícil pero necesario paso para asegurar un futuro brillante para Quiksilver”.
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Y es que la multinacional del surf parece que no tuvo otra opción, porque desde el año pasado ha sufrido un descenso de las ventas de un 13%, lo que equivale a la pérdida de 309 millones de dólares. Así la declaración les permitirá recuperar su salud financiera a largo plazo, al tiempo que seguir operando con normalidad en sus sucursales.
El papel de Oaktree Capital Management
Oaktree es la firma de inversión que ahora hace su entrada en Quiksilver. Tiene cerca de 100.000 millones de dólares en acciones por todo el mundo, lo que le convierte en líder global de inversión.
Aunque no es la primera vez que trabaja con una multinacional dedicada al surf: Oaktree es conocida por ser el mayor patrocinador de la australiana Billabong International Ltd., en la que tiene más de 100 millones de dólares bajo gestión.
Cabe destacar que Quiksilver ya no forma parte de la Bolsa de Valores. Ha conseguido los recursos por parte de Oaktree Capital Management, que ha invertido una cantidad de 175 millones de dólares junto al Bank of America N.A, y ahora emprenderá las acciones necesarias para lograr los objetivos de su plan estratégico, asegurar la integridad del grupo y sus marcas (Roxy y DC Shoes) y salvaguardar el trabajo de Europa y Asia-Pacífico.
Aunque la protección de estas dos regiones quizá no sea una prioridad para la compañía. En declaraciones oficiales la multinacional afirma que la bancarrota no afectará a los negocios de ambas áreas, puesto que son las que más beneficios aportan y además se beneficiarán de los cambios en las estrategias de marketing.
“Con la protección ofrecida por el código de bancarrota y la financiación que nos ha proporcionado Oaktree, no sólo seremos capaces de satisfacer nuestras actuales obligaciones con los clientes, vendedores y empleados, sino que también dispondremos de la flexibilidad necesaria para completar el flujo de nuestras operaciones en EEUU y re-emerger como una fuerza competitiva”, concluye Pierre Agnes.
