Hablamos con 24 Friends, una ONG que mejora la calidad de vida de los niños en Kenia

  • Hemos entrevistado a Jesús Cubero, uno de los fundadores de 24 Friends, sobre esta iniciativa social en Watamu, Kenia
  • “La educación es un derecho fundamental. Es crucial para el desarrollo de los individuos y, por tanto, de la sociedad”
Entrevista a 24 Friends

Dicen que la Navidad y los últimos días del año han de servir para echar la vista atrás y reflexionar sobre las cosas positivas que nos han dejado los 12 meses a los que próximamente despediremos, con el objetivo de generar aprendizajes que nos sirvan en adelante. Pero llevar a cabo esa tarea tras atravesar uno de los periodos más oscuros que se recuerdan resulta, cuanto menos, complejo. No obstante, y a pesar de todo, aún quedan motivos por los que estar agradecidos.

Y uno de ellos es la solidaridad y la colaboración. En Reason Why queremos terminar 2020 haciendo un regalo especial a cuatro organizaciones con las que habitualmente contribuimos. Junto a la habitual aportación económica, buscábamos ofrecerles algo que probablemente tenga mayor relevancia e impacto: amplificación mediática. Por ese motivo, además de donar el 100% de nuestro inventario publicitario durante dos semanas, hemos querido entrevistar a los fundadores para que sean ellos mismos quienes den a conocer la misión de sus entidades y su aportación de valor a la sociedad.

24 Friends trabaja para mejorar la calidad de vida de los niños más necesitados en Kenia

En esta ocasión, hablamos con Jesús Cubero, uno de los fundadores de 24 Friends. Se trata de una organización sin ánimo de lucro que nació hace ya siete años con la voluntad de conseguir mejoras duraderas en la calidad de vida de los niños más necesitados de Kenia. Quienes conforman la asociación persiguen alcanzar esta meta tratando de ofrecer una educación que les otorgue oportunidades de desarrollo y contribuya a asentar los cimientos para un futuro fructífero y productivo.

El proyecto nació durante un viaje a Kenia de Roberta di Nicolantonio y Jesús Cubero en el verano de 2013, y posteriormente se unieron Álvaro Portellano, Antonio Ayala y Juan José Delgado, piezas clave para su consolidación y desarrollo.

RW. ¿Qué te inspiró a crear la organización?

El motivo principal fue intentar, junto a mi familia y amigos, devolver a la vida la suerte de haber nacido en este lado del mundo, y aportar nuestro granito de arena para que niños y niñas tengan una vida digna a través de la educación. Empezamos ayudando a 24 niños y niñas gracias a la ayuda de 24 amigos. También colaboramos con comida, ropa, libros y transporte al colegio para facilitar el día a día de sus familias. Aportamos nuestros conocimientos del mundo empresarial para construir unas bases sólidas en el proyecto. Hay gente del mundo del marketing, la comunicación, las finanzas, la logística… Es un proyecto serio, transparente y escalable, un proyecto de todos en el que cada uno contribuye con su experiencia para hacerlo más grande año tras año.

RW. ¿Qué labor desempeña la asociación en este país?

Este es un proyecto que está vivo y se adapta a las necesidades de cada momento. Estos meses atrás con el coronavirus, los colegios cerraron, así que decidimos destinar los fondos a comida, compramos arroz, alubias, jabón, agua…

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RW. Empezasteis siendo 24 amigos. ¿Cuántos sois ahora?

Las primeras 24 personas eran mi familia y amigos y en la actualidad somos más de 120 personas colaborando con 24 Friends. La clave del crecimiento siempre ha sido el tener claro que tenía que ser un proyecto muy sólido y muy transparente para que cuando lo presentásemos ante cualquier persona lo viese sencillo y se animase a formar parte. Y esos son los principios que rigen nuestra actividad.

Quien lo desee puede pedir las cuentas de la asociación, todo el dinero que se dona se destina íntegramente al proyecto, no hay sueldos dentro de la asociación. En cualquier momento se puede ir a Kenia y conocer a los niños, hay comunicación directa con la persona que nos ayuda desde allí, pues tiene acceso a un ordenador,  WhatsApp, Instagram y Facebook para mantenernos actualizados. Toda esa transparencia hace que no haya peros a la hora de sumarse, y ha permitido que el proyecto crezca de manera orgánica y mediante el boca a boca. También nos ha ayudado a la difusión de nuestra iniciativa el documental que rodamos sobre 24 Friends el pasado enero en Kenia.

RW. Desde la organización aseguráis que "no tener acceso a educación equivale a no disponer de futuro". ¿Porqué invertir en esta área?

Gran parte de los problemas que pueden afectar a un país subdesarrollado, concretamente a la juventud, como puedan ser la delincuencia, las drogas o la violencia contra las mujeres, derivan de la falta de acceso a educación y a una vida digna en la que se distinga lo que está bien de lo que está mal. Pero antes de eso, en la pirámide de necesidades está la comida, por eso es tan importante que en este proyecto ayudemos también con la alimentación de nuestros niños. Además de suajili, en el colegio también les enseñan inglés y eso les abre las puertas a trabajos en el sector turístico el día de mañana. Los niños no son los únicos beneficiados, también la sociedad que les rodea.

RW. ¿Qué papel juega el acceso a una educación igualitaria y digna en el desarrollo de un país?

"La educación contribuye a asentar los cimientos para un futuro fructífero y productivo"

La educación es un derecho fundamental e inherente a cualquier niño o niña, es crucial para el desarrollo de los individuos y sobre todo, de la sociedad. Contribuye a asentar los cimientos para un futuro fructífero y productivo, para desarrollar, sobre todo, el pequeño comercio y los servicios básicos de toda la comunidad. Algunos de los grandes problemas de África, como el sida y otras enfermedades de transmisión sexual, se ven agravados por la falta de educación.

RW. La colaboración es ahora más importante que nunca. ¿Habéis percibido una mayor sensibilización de la ciudadanía a causas como la de 24 Friends?

El ser humano por naturaleza quiere ayudar, el problema muchas veces es no saber cómo o bien no encontrar el proyecto que nos convenza al 100% como para invertir nuestro dinero. Si se tiene un proyecto que es transparente, claro en los objetivos y en el que en cualquier momento se pueda tener acceso a todo tipo de información relacionada con el mismo, las personas quieren ayudar.

Cuando hay un problema como es que estamos viviendo este año, las personas quieren colaborar todavía más porque se dan cuenta de lo afortunadas que son y empatizan más con aquellas que no tienen la misma suerte. En Kenia, concretamente en la zona en la que tenemos el colegio (Watamu), ahora mismo no hay turismo, las familias no saben de qué vivir porque no hay otras fuentes de desarrollo económico en la región. Durante el coronavirus, hemos sumado aproximadamente 20 personas más al proyecto.

RW. ¿Qué desafíos plantea la realidad post-coronavirus para conseguir los objetivos de vuestro proyecto?

Durante la emergencia sanitaria el colegio estuvo cerrado, pero hacen un mes los niño han empezado a volver poco a poco a las aulas, con muchísimas medidas de seguridad, como aquí. Realmente el desafío de cara al próximo año es ver cómo evoluciona todo el tema de las vacunas y ver cuándo llegarán a Kenia o si habrá rebrotes y cuáles son sus consecuencias. Nosotros seguiremos con la esponsorización, por lo que si en un momento dado hubiera algún problema, se podría destinar el dinero para las familias. De no ser así, seguiríamos volcados en el tema de la educación, que es el origen de la asociación. En un caso u otro estamos preparados para ayudar.

RW. ¿Consideras que este tipo de iniciativas deberían recibir más apoyo por parte de las instituciones?

Cualquier ayuda siempre es bienvenida, pero realmente esta asociación comenzó como un proyecto entre amigos. Lo bonito es que estamos logrando sacarlo adelante a pesar de no contar con ayudas públicas. No dependemos de ella, pero si viene es más que bienvenida. De hecho, intentamos participar en concursos que aportan subvenciones, pero tenemos la suerte de poder autofinanciarnos.

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RW. Comentáis que estuvisteis mucho tiempo buscando el proyecto adecuado que realmente me hiciese sentir que vuestro dinero iba destinado al 100% a ayudar. ¿Tiene la sociedad una mala percepción de las organizaciones humanitarias?

La palabra transparencia es la clave de este proyecto. No solo para romper los prejuicios que existen alrededor de este tipo de asociaciones u organizaciones, sino porque, al final, las personas queremos ayudar, pero saber bien cómo estamos ayudando y a quién estamos ayudando. Aunque sean 300 euros o la aportación que se haga, es un dinero que a todos nos cuesta ganar. Todos tenemos facturas que pagar. A las personas no nos importa colaborar, pero sabiendo que el dinero se destina al sitio correcto. Esa es para mí la base de este proyecto y la clave para lanzar cualquier tipo de asociación.

RW. ¿Qué le pide 24 Friends a 2021?

Tenemos muchos casos de familiares de los niños que han enfermado o han fallecido a causa del coronavirus, así que lo primero es pedir que por favor se termine ya esta pandemia, que no ha sido más que un problema más a todos los que ya sufren estas comunidades en Kenia. Queremos que los niños puedan volver a su día a día y continuar con su educación para poder tener acceso a una vida digna.